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Puedes confiar

DIPUTADO NACIONAL POR CÁDIZ DEL PP Actualizado: Guardar
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De la Convención del PP celebrada este fin de semana en Sevilla hemos salido con la moral muy alta, altísima diría yo, y no por las encuestas que aunque son muy favorables no dejan de ser encuestas, sino por la fuerza que le da a un partido la unidad sin fisuras demostrada por todos. Unidad en torno al líder, a nuestras recetas programáticas para dar respuesta a la crisis y del convencimiento de ser los únicos capaces de encabezar un proyecto de recuperación nacional que reconstruya la confianza de los españoles. Se recordó que ya tuvimos ocasión de demostrarlo bajo la batuta de Aznar y salimos convencidos de ser capaces de devolver a los españoles la calidad de vida que tenían y eso no lo está consiguiendo el gobierno con reformas que se están negando, retrasando o son impuestas y atropelladas que, según Rajoy, son «un tejer y destejer, un decir y no hacer o un hacer que se hace pensando en que lo único importante es la foto». El líder popular dejó claro que basta ya de improvisaciones que lo que hacen falta son otras políticas que pongan a punto el país para los próximos 30 años con un plan global que sea austero, vigile el dinero, reduzca el déficit y rebaje la deuda para que vuelva la confianza a España y la creación de empleo. Puedes confiar era el lema de la Convención y ha cumplido con creces el objetivo de dar una imagen de confianza que ahora debemos contagiar a la calle. Una calle que quiere cambios y en palabras de Rajoy tiene «sed de urnas» convencidos que así no vamos a ninguna parte y cada vez vamos a peor.

Esta convicción de los populares contrasta con la actitud dubitativa, desconfiada y baja de moral de los socialistas que se ven perdidos, sin líder, sin políticas propias y obligados a aplicar las que les imponen que además son contrarias a su ideología y programa. El gobierno, consciente de no poder ilusionar al electorado ante la incapacidad demostrada en lo económico y en la creación de empleo, sólo tiene dos bazas para tratar de recuperar confianza que son la disolución de ETA y la nueva Ley de Igualdad de Trato que pueda ilusionar ideológicamente a su electorado. Pocos cestos cuando los ciudadanos priorizan su economía, su empleo y su bienestar a las propuestas ideológicas que suelen atenderse después de tener cubiertas las necesidades básicas. El PSOE dice que el PP quiere comer la moral de los progresistas y no son conscientes de que son ellos los causantes al no aplicar políticas de progreso al hacer todo lo contrario de lo que marca su ideario incluso en políticas sociales. El electorado progresista no se alimenta de idearios o referencias teóricas al pasado ideológico sino de políticas realmente de progreso. Progresista es el que hace políticas de progreso y eso a día de hoy el PP ha demostrado saber aplicarlas mejor que los socialistas.

La realidad española actual no puede ser más nefasta. Al cúmulo de los problemas interiores por la situación económica, desempleo, relaciones laborales, cierre masivo de empresas y abandono de autónomos, falta de fluidez del crédito, reducción del consumo y la recapitalización de las cajas de ahorros, que ahora necesitan una inyección de 26.000 millones de euros, hay que añadirle los problemas exteriores provocados por la pérdida de peso político de nuestro gobierno en Europa, donde acabamos de recibir dos reveses importantes al tener que aceptar Zapatero la imposición de que el español no sea idioma oficial de las patentes en Europa como son el inglés, el francés y el alemán, a pesar de que la Oficina Europea de Patentes esta ubicada en España. También hemos perdido nuestro representante en la Oficina Europea de Asuntos Exteriores, donde hay países de nuestro entorno que tienen dos representantes y nosotros hemos perdido la secretaría general que ocupó Javier Solana por España que se obtuvo por el apoyo y exigencia de Aznar. Estos días en Estrasburgo he tenido ocasión de conocer la opinión que tienen eurodiputados de otros países sobre la situación española y no puede ser más desalentadora. No se fían de nuestra capacidad para salir de la crisis, cosa que ya también había cuestionado Almunia, además de afirmar que ya nos han intervenido y estar convencidos de que detrás de Grecia, Irlanda y Portugal vamos nosotros.

Volviendo a nuestro país hay dos frases que nos devuelven la confianza en la salida española de la crisis. Una de Jordi Puyol: «España se recuperará porque desde mayo manda más Almunia que Zapatero y por eso la política actual de Zapatero es una contradicción absoluta con su ideario». Y otra de Aznar que dijo: «Los daños son muy graves pero no irreparables. España necesita un presidente reformista pero no en un presidente transformista». Ambas frases coinciden en la posibilidad de una salida a la crisis que Rajoy se ha ofrecido a liderar desde la Convención de Sevilla con un proyecto de recuperación nacional que centrará su labor en luchar contra el paro y salir de la crisis haciendo reformas fiscales, energéticas y educativas como se hizo cuando gobernamos, consiguiendo el mayor grado de prosperidad que ha conocido España y ahora está dispuesto a devolver a nuestro país el progreso y la calidad de vida que nos merecemos y que hemos perdido por la incapacidad de Zapatero.