El Gobierno y los sindicatos acercan posturas en su negociación contrarreloj para cerrar un acuerdo
Con o sin consenso, el Consejo de Ministros del viernes aprobará el proyecto de ley que modifique el sistema de la Seguridad Social
MADRIDActualizado:El reloj sigue corriendo; haya o no consenso, el Consejo de Ministros del próximo viernes va a aprobar la reforma de las pensiones y de momento no hay acuerdo. El discurso del Ejecutivo y de los sindicatos sigue siendo que hay voluntad de entendimiento pero que no se atisba un pacto cercano. Quedan tres días para que eso cambie y hay quien está convencido de que va a cambiar de forma inminente.
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, se ha mostrado "optimista" sobre esa posibilidad y ha afirmado que ambas partes están "a punto de lograr" el acuerdo. En declaraciones a TVE, Duran ha destacado que anoche los negociadores gubernamentales y sindicales "trabajaron duro hasta las dos de la madrugada" y acercaron posiciones. "No hay acuerdo, pero están a punto de lograrlo. Ambas partes están haciendo esfuerzos notorios para que el acuerdo llegue", ha remarcado.
El principal aspecto que queda por limar se refiere a los años necesarios de cotización para asumir la jubilación a los 65 años, ya que el Gobierno propone como mínimo 39 años y los sindicatos quieren rebajar esa cifra, ha explicado el portavoz de CiU en el Congreso. Duran ha subrayado que el acuerdo es "necesario" para el conjunto de la sociedad y, tras un eventual entendimiento entre Gobierno y sindicatos, debería venir un pacto "político".
Las pensiones del futuro
Desde el Gobierno, la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, ha reiterado esa voluntad de negociación “porque hay mucho en juego”. Durante una entrevista en Onda Cero, Rodríguez recordaba, no obstante, que la reforma está sometida a un plazo perentorio ya que este viernes el Ejecutivo, haya o no consenso, aprobará un proyecto de ley que modifique el sistema de la Seguridad Social.
La secretaria de Estado ha indicado que la propuesta del Gobierno de elevar la edad de jubilación a los 67 años ha sido "siempre la misma" y es "razonable", ya que ante una mayor esperanza de vida se puede trabajar más, aunque ha apostillado que la prolongación de la vida laboral que indica el Ejecutivo sería "gradual y flexible". "Nos jugamos mucho, nos jugamos cómo serán las pensiones del futuro y es mejor hacerlo por consenso", puntualizaba, tras añadir que "hay que garantizar las pensiones de nuestros hijos".
Inamovibles 67 años
En la misma línea se ha pronunciado el mediador para la reforma de las pensiones, Jesús Caldera, que ha asegurado que todavía hay tiempo para el acuerdo con los sindicatos y que "no vamos a tirar la toalla", pese a admitir que en estos momentos ve el consenso "muy difícil".
En una entrevista concedida a Catalunya Ràdio, el ex ministro de Trabajo recuperado ahora por el PSOE ha subrayado que "se está haciendo un trabajo muy intenso y esperamos que aún puedan haber puentes para alcanzar un acuerdo, aunque es muy difícil" respecto al principal escollo para el pacto: el de situar la edad de la jubilación obligatoria a los 67 años.
Caldera ha avanzado que se han conseguido aproximar posiciones con los agentes sociales en aspectos también muy importantes como la necesidad de conseguir carreras de cotización más largas para tener derecho a la pensión máxima y sobre el cálculo de éstas, además de la necesidad de reducir las jubilaciones anticipadas. "Estamos negociando. El diálogo social ha dado en España siempre buenos resultados, y mientras hay vida hay esperanza", ha dicho el mediador nombrado por el Gobierno, que insiste en que el Ejecutivo no puede renunciar a situar la edad obligatoria de jubilación en los 67 años, aunque se introduzcan excepciones. Además, ha dejado la puerta abierta a seguir negociando más allá del viernes.
El ex ministro ha subrayado que el Gobierno no acomete ahora la reforma de las pensiones por las presiones de los mercados financieros, sino para garantizar los intereses de los ciudadanos. "Alemania ya empezó a reformar su sistema de pensiones, que es similar al nuestro, hace diez años, cuando no había ninguna crisis económica", ha apuntado.