Javier Arenas: «Es hora de citarnos todos bajo el reloj del cambio»
El líder del PP-A insta a combatir los tópicos sobre Andalucía, porque «no es la charanga ni la pandereta»
SEVILLA.Actualizado:El presidente del PP andaluz y candidato a la Junta lleva tiempo lanzando mensajes y discursos en clave de presidente. Ayer dio una vuelta de tuerca más a esa estrategia en la clausura de la convención nacional del PP en Sevilla. Y es que los populares andaluces han cerrado este cónclave con un entusiasmo sin precedentes ante las victorias que le auguran las encuestas en España y Andalucía. Arenas reclama humildad a los suyos ante estas expectativas, pero sus discursos le delatan convencido e instalado en el poder andaluz a corto plazo. Sólo falta un año para las elecciones, pero para el dirigente popular «ya es hora de citarnos todos bajo el reloj del cambio».
Este convencimiento le lleva a manejar un lenguaje que no suene a arenga mitinera, sino a discurso institucional, en el que predomina un tono positivo, esperanzador y en el que no da leña a sus rivales políticos, simplemente los ignora. No habló de Chaves ni de Griñán, como hizo ver al final de su intervención. E incluso se atrevió a proponer pactos de Estado con los socialistas para evitar «ultrajes de minorías egoístas», en referencia a los nacionalismos.
Y además de lamentar y recordar que Andalucía figure a la cola en índices económicos y sociales, reconoció que ha habido avances en 30 años de autonomía. Pero es más, Arenas reivindicó una mirada sin tópicos hacia esta tierra como vienen reclamando los presidentes de la Junta: «Andalucía no es ni la charanga, ni la pandereta, es mucho más, y nosotros vamos a combatir el tópico que nos sitúa solo en el lado amable de la vida».
Una frase con más enjundia si cabe por el escenario en el que la dijo. A pocos pasos estaba Ana Mato, la vicesecretaria de Organización y Electoral del PP (organizadora de la convención de Sevilla), y Jaime Mayor Oreja, dos de los populares más criticados en la Comunidad por sus polémicas frases sobre los andaluces. Mato llegó a decir en 2008 que los niños andaluces son analfabetos.
«Creemos en la Andalucía emprendedora», dijo el líder popular recordando que fue la cuna de Averroes, Picasso, Velázquez y Juan Ramón Jiménez, o la de la primera caja de ahorros (Cádiz), los primeros altos hornos (Málaga) y las primeras universidades (Granada) en España.
También citó cómo los almerienses han convertido un desierto en un vergel de frutas y hortalizas, o es sevillana la empresa que construye la mayor planta solar en Estados Unidos (Abengoa) y Jaén es la principal productora de aceite del mundo. «Antes los andaluces iban a buscar empleo a Cataluña y País Vasco, ahora catalanes y vascos vienen aquí», añadió.
Arenas reivindicó el orgullo de pertenecer al PP, un partido «hecho de abajo a arriba», «un gran partido, no un mosaico de partiditos taifas». En este contexto hizo un llamamiento: «No es hora de mirar hacia atrás ni para lo bueno ni para lo malo, sino que es hora de citarnos todos bajo el reloj del cambio». El presidente del PP-A reiteró su promesa de un «cambio sin riesgo» y aseguró que Andalucía va a ganar «algo más que unas elecciones».
La hora de los gobernantes
Con esta promesa, el líder del PP andaluz volvió a recordar sus propuestas de gobierno, casi todas conocidas, pero matizadas con este tono optimista y adornadas con nuevas frases: «Vengo a reclamar la hora de los gobernantes, porque se ha mandado mucho, pero se ha gobernado poco». Añadió que el suyo será un gobierno humilde, porque al de ahora le sobran «kilos de prepotencia y soberbia».
Arenas reiteró sus propuestas de una administración austera con menos cargos políticos y se refirió sin mencionarlo al actual conflicto de los funcionarios con la Junta con un mensaje confuso que intenta conciliarse con ellos, pero que se parece bastante a lo que defiende la consejera de Hacienda: «Reformaremos la Administración y mientras que la dirección política estará en manos de la Junta, la gestión estará liderada por los funcionarios», manifestó.