Pedro Carrión capta el mensaje

Pedro Carrión lleva toda su vida metiendo goles en Tercera División. En todos los equipos en los que ha estado. Y claro, en San Fernando no iba a olvidársele cómo se hacía.

El veterano delantero malagueño parece haber captado el mensaje a la perfección. Al conjunto azulino no llega para ser un complemento, prácticamente nadie contempla el lógico periodo de adaptación. Ha firmado para ser la referencia arriba, para enmendar los pobres números ofensivos de un equipo que se exige estar entre los cuatro primeros en mayo, y que tiene que arreglar muchas cosas si quiere conseguirlo, aunque va por el buen camino.

Suya fue la jugada que sirvió para abrir el marcador y para dar algo de calor a un partido frío y sin ritmo, que hasta entonces no había encontrado un dominador. El delantero recién llegado del Alcalá recibió un balón al hueco de Sergio Beato, que había orquestado una muy buena contra, y no dudó en encarar a Terrén, que lo derribó dentro del área cometiendo penalti. Castillo se la pidió e hizo lo que tenía que hacer.

Con las cosas de cara se juega mejor, y más si un minuto y medio después la ventaja vuelve a ampliarse. Fue gracias a otro penalti, por manos de Oca dentro del área que vio perfectamente el asistente. Esta vez el honor iba a ser para Carrión, que tampoco falló ante el excadista Terrén.

Era el minuto 25 y los azulinos controlaban el partido mientras que los verdiblancos apenas eran capaces de reponerse del cachetazo que les había supuesto los dos primeros tantos.

Tuvo ocasión el equipo de Pepe Carrete, que se vio obligado a ver la segunda parte desde la boca de vestuarios al ser expulsado, de meterse en el partido con un balón al palo, pero fue el San Fernando el que terminó golpeando de nuevo. Iván Guerrero, de cabeza, establecía el 3-0 segundos antes de que Rojas Domínguez, demasiado meticuloso en todas sus decisiones y parando demasiado el ritmo del juego, enseñara el camino de los vestuarios.

En la segunda mitad parecía que el guión iba a estar claro. El Sanluqueño a atacar y el San Fernando a gestionar su rédito. Así transcurrieron las cosas, pero lo cierto es que los azulinos terminaron pasando más apuros de los esperados. Nada más comenzar, Álex Expósito estrelló un zapatazo en el larguero, y poco después, en el 53', Manolo acortó distancias con un latigazo desde unos 35 metros que se aprovechó del viento a favor para colarse en la portería de Carrasco.

Los visitantes vieron que era su momento y adelantaron líneas para buscar meterse en el partido. Los locales aprovechaban los huecos para salir a la contra y tuvieron varias ocasiones para haber metido el cuarto, pero tanto a Beato como a Carrión le pesaron demasiado las botas.

Pudo el exazulino Óscar Silva (la de ayer era la tarde de los reencuentros) haber metido el miedo en el cuerpo a los de Antonio Iriondo, con un zurriagazo calcado al de Expósito que también dio en el larguero por dentro y botó fuera. El Sanluqueño le ponía fe, pero iban agotándose los minutos y las ideas. El San Fernando dormía el partido. Y de esta manera terminó la cosa.

Tres puntos para un San Fernando que parece haber roto su dinámica negativa, que ha entendido que para estar arriba tiene que enseñar los dientes como los bull dogs del tifo que lució todo el partido en el fondo de un Orgullo Isleño al que 17 años lo contemplan, y que ahora tiene que demostrar que merece disputar la fase de ascenso en los próximos desplazamientos a Pozoblanco y la línea, con todo un Mairena que todavía aspira a todo de por medio.