Un centenar de barqueños reivindica que se agilicen las obras de la carretera

Las máquinas están en marcha, pero su trabajo no es lo suficientemente intenso para un centenar de barqueños que ayer se echó a la calle para reivindicar que se agilicen las obras de la carretera de La Barca (A-2003). Si hace unos meses aseguraban que el parón en los trabajos era total, ahora reconocen que se percibe cierta actividad pero que se limita, eso sí, a movimientos de tierra que no han hecho sino convertir la vía en un camino aún más peligroso de lo que era.

El alcalde de la pedanía, Roque Valenzuela, a pesar del frente que mantiene abierto con el Ayuntamiento matriz y que le ha convertido en portada en varias ocasiones en las últimas semanas, encontró un hueco para sumar una reivindicación más a su causa y liderar esta marcha, que partió del Consistorio que él mismo encabeza. Los manifestantes recorrieron alrededor de un kilómetro a pie con pancartas hasta llegar al polígono industrial de La Barca para exigir que se aceleren los trabajos.

Como recordó Valenzuela, el proyecto fue presentado en junio de 2008 y desde entonces «han estado quitando hierbas y haciendo movimientos de tierra; el trabajo ha sido prácticamente nulo». Según el alcalde, la obra ya debería estar terminada y a estas alturas aún queda mucho trabajo por realizar. «Si se hubieran puesto a ello en serio se habría notado un cambio importante, y no que ahora está todavía más peligrosa, y más teniendo en cuenta la cantidad de usuarios que transitan a diario por ella».

En efecto, se trata de una de las vías jerezanas de mayor afluencia de tráfico y sin embargo su estado es de los peores, como insistió, dado que su estrechez provoca que en ocasiones los vehículos derriben las señales a su paso y la escasa visibilidad ha sido origen de muchos de los accidentes de los que ha sido escenario esta carretera.