Túnez prepara un nuevo Gobierno de transición para acallar las protestas
El presidente interino mantiene contactos con varias figuras de la época del primer jefe del Estado independiente, Habib Burguiba
TÚNEZ Actualizado: GuardarTúnez prepara un nuevo Gobierno de transición, integrado por personalidades reconocidas y gestores, para acallar las protestas populares, que no cesan de pedir en las calles que los ministros del anterior régimen salgan del poder, según fuentes próximas a las negociaciones.
El presidente interino del país, Fuad Mebaza, mantiene contactos con varias figuras de la época del primer jefe de Estado del Túnez independiente, Habib Burguiba, para sumarlas a ese nuevo Ejecutivo, del que saldría el actual primer ministro, Mohamed Ghanuchi, y el resto de dirigentes del presidente depuesto, Zine el Abidine Ben Alí. Mebaza, cuya salida de la presidencia no se cuestiona al obedecer a un imperativo constitucional tras el vacío de poder dejado por Ben Alí en su huida, negocia asimismo con representantes de los sectores sociales y políticos del país la creación de un Consejo Constitucional, que se encargaría de elaborar una nueva Carta Magna.
Uno de los nombres que se barajan para sustituir a Ghanuchi es el de Ahmed Mesteri, ministro durante el régimen de Burguiba, pero que abandonó el partido en el poder entonces, el Neodestur, en desacuerdo con su deriva autoritaria y fundó el Movimiento de los Democrátas Socialistas (MDS). Mesteri, con cerca de 80 años actualmente, se retiró hace años de la política, pero goza de un cierto prestigio entre la elite del país, pese a que el MDS se convirtió después en una de las formaciones de 'oposición' utilizadas por Ben Alí para darle apariencia democrática a su mandato, aunque de hecho le apoyaban.
Nuevas protestas en la capital
Entretanto, la presión para que las figuras del poder anterior salgan del Gobierno ha vuelto hoy a las calles de Túnez, donde centenares de manifestantes han desafiado el toque de queda y mantienen una concentración ante el Palacio de Gobierno de la capital. A la hora de entrada en vigor del toque de queda nocturno a las 20.00 horas locales (19.00 GMT), cientos de personas proseguían con la protesta, en la que unas 2.000 habían participado durante toda la jornada, ante la oficina del Primer Ministro, en la vieja medina de Túnez.
"No nos iremos de aquí hasta que caiga el Gobierno", claman los manifestantes, que se organizan con sacos de dormir y tiendas de campaña para pasar la noche en la plaza situada ante el histórico edificio que acoge las reuniones del Ejecutivo, indican testigos presenciales. La mayoría son miembros de la llamada 'Caravana de la liberación', que esta mañana llegó procedente del interior del país para sumarse a las manifestaciones de la capital.
Queda claro que pese al anuncio de que dos exministros de Ben Alí y uno de sus hombres de paja al frente de una televisión privada habían sido detenidos, la mayoría de los tunecinos siguen sin creerse la voluntad reformadora de un Gobierno en el que los dirigentes del presidente depuesto ocupan todos los puestos clave.
Aunque las manifestaciones no son excesivamente numerosas debido al cansancio acumulado y al deseo de volver a la normalidad, los tunecinos debaten sin cesar en las calles y al minuto la evolución política. Multitud de corros de decenas de personas, prohibidos anteriormente, continuaban formándose en la popular avenida Habib Burguiba y en otras calles de la capital para intercambiar información y opiniones. Los tunecinos han recuperado la tradición oral africana y se apelotonan para escuchar atentamente a las personas que se van turnando en el centro de un círculo para relatar los últimos acontecimientos o celebrar un mitin político improvisado.