Ouka Leele muestra su universo inédito
La Premio Nacional de 2005 enseña en Cádiz 64 obras desconocidas que reflejan tres décadas de trabajo detrás de la cámara La fotógrafa madrileña presenta en Diputación una retrospectiva única
CÁDIZ.Actualizado:Pintora de vocación, fotógrafa por casualidad. Poeta virtual, artista redonda que cierra con éxito su trayectoria vital y profesional por mandato de su nombre. Ouka Leele, 'que da muy bien el círculo de la vida', es una mirada que esconde cientos. Es un objetivo plural, libre, íntimo, global, humilde, cándido y transgresor.
Es también una mujer, Bárbara Allende Gil de Biedma (Madrid, 1957), familiar, sencilla, tranquila, romántica, inquieta, solidaria y generosa. Ha compartido con medio mundo su visión de la realidad desde los 18 años. Famosa por sus crónicas en imágenes de la Movida madrileña, supo trascender su producción para encumbrarse como una de las mejores del país. Le valió el Premio Nacional en 2005 y de ese galardón salió la muestra que puede verse desde ayer en el Palacio Provincial de Diputación de Cádiz. 'Ouka Leele inédita' saca a la luz el universo no publicado de la artista.
Un recorrido casi cinematográfico que descubre 64 obras de mediano y gran formato y técnica variada. Hay imágenes en blanco y negro, fotos pintadas, retocadas con photoshop o captadas con teléfono móvil. La temática también es múltiple: retratos, autorretratos y escenas cargadas de referencias a mundos externos (civilizaciones , literatura, mitología) e internos (familia, amigos, sueños...).
Comedia humana
«Estuvimos un año buscando fotos que nadie antes hubiera visto», contó Rafael Gordon, el comisario de la muestra y director de la película 'La mirada de Ouka Leele'. También amigo, Gordon clasificó a la que no le gustan las etiquetas que constriñen, como la «humanización de un ficus gaditano», como una artista de su tiempo cuya obra es «física cuántica». A 'Inédita' la tildó de «comedia humana en imágenes». Para la madrileña, que llegó unos minutos tarde a la presentación ante los medios porque se había enganchado a la cámara y a la estampa gaditana, esta muestra es un regalo. Una posibilidad de desenmascar aún más si cabe su visión libre de la realidad, un pretexto para conciliar su pasado con su futuro y una oportunidad para agradecer el reconocimiento del gran público. «Tengo un gran respeto a todas estas fotografías, cuando las muestras, tú misma te conviertes en espectadora», confesó.
La exposición desvela tres décadas de búsqueda de reflexión y belleza. La del arte que tan bien ha sabido desarrollar Ouka Leele en cualquiera de sus disciplinas. Pintura, dibujo, serigrafía, fotografía e incluso literatura. Nada escapa a su objetivo, al que considera «atemporal».
Ajena al paso del reloj, la madrileña ha disfrutado con el rescate de estas obras. «Es fruto de un trabajo intenso de investigación, he pasado muchas horas delante de ellas para retocarlas», apuntó, al tiempo que reconoció que experimentó en sus propios ojos y manos la crisis digital. No por esta revolución, sino por su deseo de explotar su vena pintora, Ouka Leele abandonó momentáneamente la fotografía. «Me encargaron un mural de 300 metros en Murcia y ahí, en la soledad de un muro inmenso, pude desarrollarla». Sin embargo, como contó ayer, un mediodía en compañía de su hija y un par de platos de lentejas, recibió la llamada. Premio Nacional de Fotografía 2005. Irremediable el regreso. Y por mucho tiempo, porque ha logrado conjugar ambas versiones. «No puedo estar atada a un solo estilo, necesito libertad», subrayó.
Sus poesías virtuales fueron estrenadas en Madrid en 2008. A Cádiz le había prometido un sitio predilecto en la itinerancia y aquí está. Hasta el 5 de marzo. Mientras, la fotógrafa madrileña trabaja para convertirse en la primera en presentar obra en la Bienal de Shangai, y disfruta de los éxitos de la exposición 'Utopía transgresora'. Rafael Gordon dijo entre bromas estar deseoso de contemplar 'Inédita 2'. Podría estar cerca. «No tiro nada de lo que hago, guardo todos las versiones de mis fotografías», respondió ella. Quizá en la futura muestra se esconda una imagen de Cádiz, esa en la que se entretuvo ayer.