Dani Alves, en una acción del juego. :: REUTERS
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La austeridad llega al Barça

Dani Alves rechaza la renovación y crea un interrogante para futuras negociaciones

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Dani Alves, una pieza clave en la exitosa etapa de Pep Guardiola en el banquillo del Barça, podría ser la primera figura del equipo en cambiar de aires por culpa de la austeridad económica implantada por la nueva directiva de Sandro Rosell tras analizar con lupa una tesorería bajo mínimos, afectada por los despilfarros de Joan Laporta. El lateral brasileño, que llegó procedente del Sevilla en la temporada 2008-09 al mismo tiempo que el técnico, ha rechazado esta semana la última propuesta de renovación del club azulgrana: un contrato hasta 2015 a razón de unos 6 millones de euros por temporada, la misma cantidad aproximada que cobran tres campeones del mundo como Piqué, Puyol y Valdés. Con una oferta mareante del Manchester City, Alves, aunque perdería dinero, se ha plantado en su petición de 7 millones, similar a lo que cobran otros tres triunfadores en Sudáfrica como Xavi, Iniesta y Villa. Por encima de ellos ya solo figura Messi.

Tras varios contactos preliminares, la reunión mantenida en los últimos días por el vicepresidente deportivo del club, Josep Maria Bartomeu, y el abogado y representante del futbolista, el exjugador Joaquín Macanás, dejó clara una distancia que hoy por hoy es insalvable porque el FC Barcelona no quiere romper el equilibrio salarial actual. Está encantado con el rendimiento y la actitud del futbolista, pero no quiere sentar un peligroso precedente de cara a futuras negociaciones. Y, pese al problema deportivo que supondría su adiós, se valora el ejemplo que se dará.

Dani Alves todavía tiene contrato hasta 2012 y, en principio, lo cumplirá. Al Barça, por encima de la posibilidad de ingresar una importante cantidad al término de la presente campaña, le interesa apurar su vinculación con un futbolista único en el mundo por sus prestaciones en el terreno de juego. Le saldría más caro buscar a otro Alves en el mercado de forma inmediata. Además, se considera que el coste de su fichaje, 36 millones de euros, está amortizado por la cantidad de títulos que ha ayudado a conquistar. Y el brasileño tampoco tendrá prisa para cambiar de aires no solo por lo feliz que está en el Barça, sino también porque en 2012 podrá marcharse gratis a su nuevo destino, con el consiguiente beneficio económico que se aplica en el mercado a los 'agentes libres'.

Queda, pues, mucho tiempo para intentar un nuevo acercamiento de posturas. Guardiola ya le ha pedido públicamente que recapacite y valore si debe dejar un club en pleno proyecto ganador, pero como exfutbolista entiende que Alves tenga sus pretensiones. Pero lo que preocupa al entorno azulgrana es si esta inflexibilidad de la directiva se mantendrá en las negociaciones con otros 'cracks'. Aunque Messi e Iniesta, por ejemplo, están bien atados, es habitual sentarse periódicamente para tratar mejoras económicas en función de los éxitos que se van consiguiendo. Si Leo pide algo más porque el Manchester City se vuelve loco y pide que se valore su segundo Balón de Oro consecutivo, ¿se mantendría la austeridad? Con Alves el club puede ser valiente, pero a Messi hay que tenerle contento...