Fiesta del Betis a costa del Barça

2-0 en el marcador, olés y olas en la grada del Benito Villamarín, Jorge Molina plantándose por tercera vez consecutiva solo ante Pinto en pleno desbarajuste defensivo azulgrana... Todo eso lo sufrió un Barça desconocido en los primeros minutos del partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. El Betis le dio un baño que por algunos momentos hizo pensar en que tenía posibilidades de remontar el 5-0 del Camp Nou.

Dos goles de Jorge Molina en los primeros siete minutos y varias ocasiones más antes de la media hora más horrible de la 'era Guardiola' servían de argumento. Pero apareció Messi, que hasta ese momento jugaba andando, para lograr el 2-1 y obligar al atrevido conjunto de Pepe Mel a marcar siete goles. Se acabó la emoción en ese minuto 37, pero no la exhibición del Betis... El Barça se clasificó para las semifinales, sí, donde se enfrentará al Almería, pero a costa de confirmar que su fondo de armario no es tan lustroso como para solucionar imprevistos.

Pinto, Gabi Milito, y Adriano hicieron aguas en defensa, Mascherano no entiende todavía el juego del Barça y Bojan puede quedarse en un proyecto nunca acabado. Sólo Afellay, en su debut como titular, dejó detalles de calidad. El 3-1 antes del descanso, obra de Arzu, consumó el fin del récord de partidos invicto del Barça en toda su historia (28).

En la segunda parte, el Barça mejoró lo justo para evitar la catástrofe y el Betis casi renunció a una gesta imposible a costa de mantener el balón en busca de una victoria de prestigio. Messi falló un penalti que pudo decorar un poco la debacle, pero Nacho estrelló en el poste el balón del 4-1. El Betis cogió moral para proseguir ahora su camino hacia Primera División y al Barça lo sucedido le servirá de aviso: si se baja la guardia, ni triplete ni doblete ni nada.