PERAS AL OLMO

Que sí, que sí, que ya lo sabemos. Que exista estabilidad en el panorama institucional del Xerez es más complicado que ver a Falete en el Decathlon o el Natur House. Llevamos décadas, casi tres para concretar más, en las que es imposible respirar. Ni un descenso, ni un ascenso, ni una permanencia han impedido que al final siempre terminemos inclinando la cabeza hacia arriba, hacia el palco. Pacheco era malo, Oliver era malo, Gil Silgado era malo, Morales era malo, Bilbao era malo, Osma también era malo, no hablemos de Souza... Ni los administradores se han librado.

Todo el mundo es malo en el Xerez cuando cruza la puerta principal de la sede del club en esta bendita casa de los líos. Ayer tuvimos un soplo de aire fresco con la presentación de la ciudad deportiva de Jerez, donde el Xerez faltó a la cita con la alcaldesa. Seguramente no se podría ir, lógico si en el plano representativo solo está Rafael Verdú, ya que el resto, y si me lo permiten ellos, son meros 'currelas'.

Si lo de ayer pasa hace tres meses más de uno posaría con sonrisa de oreja a oreja y abrazado a la alcaldesa, pero no, porque es la calma que precede a la tormenta. La tormenta se desata hoy, y no precisamente porque se presenten las cuentas de los dos últimos ejercicios. ¡Con la de cosas que habría que preguntar hoy a partir de las 10 y todo el mundo buscando nombres para tener a alguien como presidente al que criticar! El dinero de taquillas importantes como la del Barça o Madrid, las preinscripciones (esos 50 euros por cabeza si querías tener opción de sacarte el abono), la condonación de la deuda contraída con Morales (más de cuatro 'kilos' de euros, casi nada), etc, etc... No, hoy preferimos centrarnos en el consejo, tema con el que alguno ha aprovechado para meter cizaña entre las peñas y de paso ganar algo de tiempo. En fin, que no podemos pedirle peras al olmo.