Mathieu desatasca al Valencia, que vuelve a somarse a Europa
El Deportivo pudo adelantarse pero Guaita lo evitó y preludió el triunfo del conjunto valencianista al contragolpe
VALENCIA. Actualizado: GuardarGanó el Valencia al Deportivo y consolidó su privilegiada posición de 'Champions' al término de la primera vuelta porque tiene más pegada, más fe y mucho más banquillo, no porque jugase mejor. Los de Lotina mantuvieron sin problemas el tipo en el primer acto y pudieron adelantarse luego, pero lo evitaron Guaita y la falta de un delantero de garantías. En el cara o cruz en la que se convirtió la segunda mitad, mucho más animada, Mathieu abrió la lata y, ya en el descuento, Pablo Hernández sentenció. Algo tiene el Deportivo que se le suele atragantar al Valencia, un viejo y enconado rival. Y algo tiene Mestalla, seguramente la presión de un público de lo más exigente, que atenaza al equipo de Unai Emery.
En el límite
Incluso cuando gana, lo hace en el filo de la navaja. Con tres centrales y un equipo muy juntito, bien trabajado en lo táctico, los gallegos cerraban bien los espacios a los valencianos, a los que les sobraban toques y faltaba velocidad y profundidad. Un tiro desviado a Pablo Hernández y un disparo lejano del francés Mathieu que desvió Aranzubia fueron las únicas ocasiones locales antes del descanso.
El choque ganó mucho en la reanudación. Liderados por Juan Rodríguez, los coruñeses salieron con más fe y debieron adelantarse. Lassad se encontró con un rechace, tiró seco y cruzado pero Guaita metió una mano soberbia que evitó los pitos. Poco después, interceptó con valentía un pase de la muerte. Tanto se lo creyeron los de Lotina que dejaron huecos al contragolpe, modalidad en la que el Valencia se siente feliz.
La tuvo el local Pablo Hernández, muy egoísta al intentar definir en vez de pasar, y más tarde Soldado, tras un remate en semifallo de Banega. Protestó el Depor un posible penalti por mano clara de Dealbert pero Undiano la consideró involuntaria. Ahí estuvo otra clave del choque. La inclusión de Tino Costa resultó decisiva, ya que dio el pase que Mathieu convirtió en gol con la colaboración de Aranzubia, que regaló su palo. Con el Depor volcado a la desesperada y con el tiempo casi cumplido, Pablo Hernández rubricó un triunfo más claro en el marcador de lo que en realidad fue.