PADRES Y PARTICIPACIÓN

LEn el pasado trimestre se celebraron elecciones a los Consejos Escolares de los centros educativos no universitarios. La participación de los sectores del profesorado, alumnado y del personal de administración y servicios, como no podía ser de otra manera, ha sido muy alta. En el caso del profesorado, se convoca mediante claustro extraordinario siendo por lo tanto la asistencia y participación obligatoria ya que los claustros forman parte de las tareas de los docentes (sería muy interesante comprobar la participación de este sector si la convocatoria no fuese mediante claustro). En los otros sectores mencionados la participación no requiere esfuerzo adicional pues se encuentran conviviendo y/o trabajando en los centros, siendo además fácil inducirlos a participar.

Distinto sucede con la participación de los padres y madres. La participación ha sido de un 19,25%, 7 puntos más que en las elecciones anteriores. Bien pudiera indicar una tendencia, que ojala se mantuviera, y que en mi opinión es producto de la implicación personal, en muchos casos, de los equipos directivos y del profesorado.

Me pregunto, que se diría en cuanto a la representatividad y legitimidad de un Parlamento, Senado o Corporación Municipal con este porcentaje de participación ciudadana y sistema de elección. Es indudable que hay que buscar medidas para facilitar la participación y en su caso modificar, después de tantos años, el sistema actual de elección y participación en los centros escolares.

Algunas medidas que se proponen y que ya en algunos centros llevamos tiempos realizando como las escuelas de madres y padres, sistemas de mediación, compromisos educativos y los delegados/as de padres y madres, se me antojan insuficientes. Es muy interesante, aprovechando las nuevas tecnologías, la participación y elección telemática y que la delegación provincial de Educación ha experimentado con buenos resultados en algunos centros de nuestra provincia. Pero no habrá una verdadera implicación y participación de las madres y padres si no se toman medidas en el conjunto de la sociedad, especialmente en el tejido productivo.

Es imprescindible la racionalización de los horarios laborales para posibilitar la conciliación de la vida familiar y por lo tanto disponer de tiempo para la atención a los hijos e hijas y la participación plena en su educación. Solo proporcionando tiempo y atención a sus necesidades básicas, estaremos plenamente legitimados para exigir la participación y la asistencia habitual de las madres y padres a los centros educativos.