Una red de prostitución para Berlusconi
La investigación contra el primer ministro italiano revela un sistema de chicas a su disposición a las que ponía piso y pagaba hasta 10.000 euros
ROMA. Actualizado: GuardarLos autos judiciales, filtrados ayer en la prensa italiana, de la investigación del 'caso Ruby' contra Berlusconi por prostitución de menores y concusión (extorsión por parte de funcionario público) dejan sin palabras. Son una bomba. Nada menos que una 'plantilla' estable de chicas, que se prostituyen para el primer ministro, a las que ha puesto piso en un bloque de la zona residencial que construyó en los setenta, Milano 2. Exactamente, en Via Olgettina 65. Desde este 'cuartel general' acuden a sus juergas y él las mantiene con regalos y dinero. En los registros han sido identificadas al menos 14 jóvenes y las fotos de varias estaban ayer en los diarios.
Una testigo ha descrito las veladas en la mansión del magnate en Arcore, cerca de Milán, en la ya célebre sala del 'bunga bunga'. Shows de chicas en top-less disfrazadas de enfermeras o pornopolicías, con números eróticos en una pista de 'lap-dance'. Al final, algunas son seleccionadas para quedarse a pasar la noche. Recibirían 10.000 euros. Las demás, 500. Berlusconi ha dicho varias veces que en su casa solo hay cenas normalísimas y no ha pagado en su vida para acostarse con nadie.
La Fiscalía sostiene que todo estaría organizado por Nicole Minetti, la exazafata televisiva e higienista dental del líder del centroderecha a la que colocó de consejera regional en Lombardía. Con ayuda de las otras dos personas investigadas por favorecimiento de la prostitución: dos amigos del magnate, Emilio Fede, presentador de uno de sus telediarios, y el agente de famosos Lele Mora. Entre los tres, dicen los magistrados, «localizaban, seleccionaban, acompañaban un relevante número de jóvenes que se han prostituido con Silvio Berlusconi en sus residencias tras el pago con dinero por su parte, además de gestionar el sistema de retribución de las chicas». El tesorero histórico de 'Il Cavaliere', Giuseppe Spinelli, llevaría la contabilidad. La Policía fue el viernes al despacho del 'ragionere' para registrarlo, pero alegó que es propiedad de Berlusconi y requiere autorización del Parlamento.
Menor de edad
El delito del que se acusa al primer ministro es prostitución de menores porque una de esas muchachas, la famosa joven marroquí 'Ruby Robacorazones', tenía entonces 17 años. En las entrevistas asegura que mintió sobre su edad y que nunca se acostó con él. Las pesquisas, en todo caso, han averiguado que estuvo en Arcore seis noches o siete fines de semana, según los distintos diarios. Ella solo admite tres visitas y reconoce que el magnate le dio 7.000 euros, pero «porque le pedí ayuda para encontrar trabajo». El 'Corriere' afirmaba ayer que en un control de la Policía a 'Ruby' tras salir del despacho de Spinelli los agentes hallaron un sobre con 5.000 euros. En cuanto a la concusión nace con la llamada que hizo el primer ministro el pasado mes de mayo a una comisaría de Milán, donde 'Ruby' estaba detenida por robo, para que la pusieran en libertad. Además mintió al decir que era una pariente del presidente egipcio. Para los fiscales fue una maniobra de presión para evitar que salieran a la luz sus relaciones. En otra entrevista la joven afirma que ha temido ser asesinada por lo que sabe.
¿El perfil de estas chicas? Jóvenes dispuestas a lo que sea por una oportunidad en unas de las televisiones del magnate como concursantes de un 'reality', azafata de concurso o actriz en una serie. Por ejemplo, dos gemelas napolitanas, Eleonora e Imma De Vivo, que Berlusconi definía como sus «amuletos» e incluso llevó a los consejos de ministros que se celebraban en Nápoles durante la crisis de las basuras. Acabaron en 'La isla de los famosos'. En este circo aterrizó una chica ajena a los saraos, una amiga del instituto de Nicole Minetti que una vez fue con ella a casa de 'Il Cavaliere'. Salió escandalizada y su testimonio ha reconstruido una fiesta de Arcore. 'Repubblica' contaba ayer que no fue seleccionada para pasar la noche y al salir Berlusconi la despidió con las descartadas. Le dio un beso, dos cedés con sus canciones y un sobre con 2.000 euros. Le preguntó si se había divertido. Contestó que no. Su amiga se lo reprochó: «Acuérdate de que un día podría serte de ayuda».
Italia asiste incrédula, o no tanto, al último escándalo de 'Il Cavaliere' mientras se pregunta sobre la consistencia real de la investigación, porque a menudo se desinflan. El problema es que Berlusconi nunca se ha sentido obligado a explicar nada. La impresión, no obstante, es que se trata de uno de los casos más graves a los que se ha enfrentado. La fórmula usada por la Fiscalía, un proceso inmediato que salta la fase preliminar, hace pensar que esta vez dispone de pruebas contundentes. Hay 300 páginas de auto con decenas de conversaciones telefónicas e interrogatorios. El mazazo cae en medio de una grave crisis de Gobierno y la incógnita es si se acelerarán las elecciones anticipadas, que se convertirían en un nuevo referéndum a favor o en contra de Berlusconi.