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«El truco es no tener ningún cigarro en la mano»
Antonio de María Presidente de Horeca
Actualizado: GuardarAntonio de María llegó a fumar cuatro paquetes de tabaco al día, una cifra de la que apenas era conscientes. «Tenía tres trabajos a la vez y eso me hizo fumar más». Intentó apartarse del hábito en varias ocasiones sin éxito alguno. «La verdad es que no estaba muy convencido de querer dejarlo y volvía a fumar». Pero un buen día dijo «éste es el último cigarro que me fumo» y hasta el día de hoy no ha vuelto a encender uno. «Es la única manera de hacelo», confiesa, aunque no fue ni mucho menos fácil. «Decidí dejarlo de golpe y porrazo porque ya ni siquiera paladeaba el tabaco». El truco, no coger ningún pitillo con la mano. «Si no lo tienes en los dedos no llegas a fumar». Y sobre todo, no cambiar las costumbres. «Si decides dejar tus hábitos, tarde o temprano vuelves a ellos y al tabaco».
Las dos primeras semanas fueron horribles, «por las noches soñaba que volvía a fumar y me despertaba enrabietado por haber caído, luego te dabas cuenta de que solo era un sueño...». De eso ya han pasado once años y siente que rejuvenece por momentos. «Cuando tenía 50 años parecía que tenía 60 y ahora es al revés, estoy mucho mejor». En cuanto a los beneficios, comenta un gesto curioso. «Antes no podía desperezarme, será por algo de la capacidad pulmonar, ahora puedo estirar los brazos y las manos a la vez cuando quiera».