ESPAÑA

Pascual Sala parte como favorito para presidir el Constitucional

Los 11 magistrados de la corte elegirán el próximo jueves al máximo responsable y al vicepresidente de la institución

MADRID. Actualizado: Guardar
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El próximo jueves se sabrá quién es el nuevo presidente del Tribunal Constitucional, el sustituto de María Emilia Casas, que cesó el miércoles tras seis años en el cargo. El resultado aún es incierto porque varios de los magistrados de la corte no han dejado entrever sus preferencias. Pese a todo, las fuentes consultadas creen que el ex presidente del Tribunal Supremo Pascual Sala parte como favorito para ocupar el sillón principal del pleno, aunque el catedrático de Derecho Constitucional Manuel Aragón también cuenta con opciones.

El presidente en funciones tras el cese de Casas, Javier Delgado, el miembro de más edad, convocó ayer a los 11 miembros del pleno -una de la plazas está vacante desde 2008 por fallecimiento- a las once de la mañana del jueves para designar al presidente y de nuevo, a las cinco de la tarde, para elegir al vicepresidente, en otra votación independiente.

Para colocarse al frente del máximo intérprete de la Carta Magna, o para ocupar el segundo escalafón, hace falta lograr mayoría absoluta en primera votación -en la actualidad, seis votos- o mayoría simple en las sucesivas. Las quinielas sobre la votación son complejas porque de manera oficial no hay candidatos.

Cada magistrado recibe una papeleta con los nombres de todos los miembros del pleno y puede marcar con una cruz el de cualquiera, lo que hace que, como en la designación papal, se puedan producir sorpresas, ya que todos son elegibles. Lo que parece claro es que el vencedor será un progresista, ya que esta tendencia domina la nueva sala, con siete de los once magistrados.

Sala, el aspirante mejor colocado en este momento, cuenta con el apoyo de los tres magistrados progresistas que ya estaban en el tribunal, con la duda de Eugenio Gay. Aragón, por su parte, podría recibir en segunda y posteriores votaciones el respaldo de alguno de los cuatro miembros conservadores o incluso el de todos. Los juristas propuestos por el PP valoran la firmeza con que, tras meses de tensiones, logró imponer a sus propios compañeros progresistas que el fallo de la sentencia del 'Estatut' recogiese que el término «nación» con el que el preámbulo se refiere a Cataluña carece de todo valor jurídico y deba entenderse siempre sin perjuicio de la indivisible unidad de la nación española.

La clave de la designación, no obstante, parece estar en el sentido que el jueves den a su voto los dos nuevos magistrados progresistas, Adela Asúa y Luis Ortega. Si se inclinan en bloque por uno de los dos favoritos le darán la victoria con casi toda seguridad. Según varias fuentes, su opción principal sería la de Sala. Si al final la votación reflejase tal división que los candidatos empatasen a cinco votos, el nuevo presidente sería Pascual Sala, porque es el de mayor edad de los dos.

Elección y reválida

Si los ganadores son Sala o Aragón, dentro de unas semanas o meses deberán someter su cargo a votación. La razón es que el desacuerdo entre PP y PSOE ha impedido que el Congreso renueve en el plazo legal a los tres magistrados del tribunal que agotaron sus mandatos en noviembre pasado y al que falleció en 2008. Cuando el pacto sea posible y se conforme el nuevo pleno, con cuatro entradas y tres salidas, será precisó elegir de nuevo presidente.

El hecho de que el nuevo tribunal vaya a estar compuesto por siete magistrados progresistas y cinco conservadores (uno más que ahora), con mayoría de igual sensibilidad, hace muy posible que el entonces presidente sea ratificado en el cargo, pero no lo asegura. Si Sala o Aragón superasen la reválida, ocuparían el cargo al menos hasta el verano de 2013, que es cuando agotan sus nueve años de mandato.

El bloqueo de las renovaciones, que mantuvo a los cuatro magistrados que cesaron el miércoles, incluida la presidenta, en una situación de interinidad desde 2007, ha dejado a los magistrados que agotaron su mandato en noviembre, y que no saben cuánto tiempo seguirán en el tribunal, casi sin opciones de optar ahora a la presidencia.