Retazos de historia en las pinceladas de Valderas
El pintor inaugura hoy 'Una visión del Cádiz de la época'
CÁDIZ.Actualizado:Miembro de la Escuela de Sevilla de los años 70, el pintor gaditano Adolfo Valderas se ha inmerso en la copiosa documentación histórica que existe en torno al Cádiz de 1812 para elaborar una muestra pictórica atípica, dado su carácter didáctico. La principal premisa de su proyecto era hacer llegar a los menos cultivados en la historia local los principales acontecimientos de aquella época a través de once paneles explicativos y una variopinta colección de pinturas costumbristas.
El esplendor comercial del Cádiz de principios del siglo XIX, el exquisito gusto y el nivel intelectual de su burguesía, los principales héroes políticos y bélicos en la lucha contra la ocupación francesa, la arquitectura de una ciudad extraña, peculiar... Todos estos aspectos aparecen recogidos en la muestra '1807-1812. Una visión del Cádiz de la época', exposición que inaugura hoy el artista en el Castillo de Santa Catalina.
Un año le ha llevado al pintor documentarse exhaustivamente sobre este apasionante periodo histórico. «Han colaborado varios historiadores», explica Valderas. «Incluso se ha logrado contactar con un descendiente de un timonel de la Batalla de Trafalgar, que poseía un diario manuscrito del marino», en el que se ha inspirado el pintor para recrear algunas estampas. El personaje era Michel Maffiotte y en su cuaderno relató los pormenores del combate y cómo fue posteriormente enviado presionero a las Islas Canarias.
Así, en la muestra pueden verse estampas marineras, retratos de diputados e incluso una pintura de la visita de José I al Castillo de Santa Catalina de El Puerto. «Mi tarea era expresar a través de imágenes lo que he aprendido de esa época histórica».
Los convulsos años que dieron como fruto la proclamación de la primera constitución liberal estuvieron protagonizados por muchos hombres y mujeres que manifestaron su rechazo a los acuerdos que aprobó la monarquía con Napoleón.
Los conflictos posteriores dividieron a la población en tres grupos bien diferenciados: absolutistas, liberales e ilustrados.
Los primeros (y esperados) enfrentamientos tendrían lugar en los albores del verano de 1808, momento en el que se desarrolló la primera confrontación con la armada francesa a las puertas de la Bahía gaditana, la batalla de la Poza de Santa Isabel.
Paisajes autóctonos
Valderas también ha retratado la orografía de la zona, clave en la estrategia militar ante el asedio francés. Aprovechando las mareas, se procedió a inundar los caños y las salinas, aislando Cádiz y San Fernando por tierra. Los alrededores se fortificaron y se creó un cuerpo de voluntarios. Ambas islas estuvieron sitiadas durante más de dos años y sus habitantes sufrieron los bombardeos constantes de la armada francesa. Pese a todo, en 1812 se proclama la soberanía nacional y se crea la constitución liberal.
Valderas pone punto y final a su cronología de estos años con varias estampas relacionadas con los diputados y La Pepa. Según reza uno de los textos, aquel glorioso 19 de marzo «la Luna estaba creciente y pasaba por la posición de Orión».