Zapatero se reúne con Patxi López y Urkullu para estudiar los pasos a dar tras la tregua
Rubalcaba recomienda a Arnaldo Otegi que se dirija a ETA, y no al Ejecutivo, si quiere participar en las elecciones municipales
MADRID.Actualizado:José Luis Rodríguez Zapatero se reunió ayer por separado con el lehendakari Patxi López y el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, en el palacio de la Moncloa. En las reuniones abordaron la situación creada tras el comunicado de ETA del lunes y estudiaron los pasos a dar ante las demandas de la izquierda 'abertzale' para la legalización del nuevo partido que presentarán en las próximas semanas en el registro del Ministerio del Interior. Fuentes gubernamentales indicaron que en las reuniones se registró un alto grado de sintonía.
El presidente del Gobierno compartió mesa y mantel con López a primera hora de la tarde, y con Urkullu por la noche. Zapatero tenía en su agenda la cena con el presidente del PNV, pero aprovechó que el lehendakari se desplazó a Madrid para un acto con los embajadores del turismo de Euskadi para verse también con López. A los encuentros también asistieron el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el consejero de Interior del Ejecutivo de Vitoria, Rodolfo Ares. El jefe del Ejecutivo comprobó que sus interlocutores compartían que el comunicado de ETA es «insuficiente» para facilitar la presencia en las elecciones de la izquierda 'abertzale' ahora ilegalizada, aunque también constataron que supone «un ligero avance» hacia el final de la violencia, que, de todas maneras, será «largo y difícil», según explicaron fuentes gubernamentales.
Zapatero comunicó a ambos que el Gobierno requiere una declaración más comprometida de la organización terrorista para poner punto final a su trayectoria si es que Batasuna quiere que haya un cambio de actitud y más receptividad a sus propuestas. Por lo demás, consideraron muy improbable que ETA se plantee su disolución antes de las elecciones del 22 de mayo con lo que la ilegalización de la izquierda 'abertzale' se mantendrá incólume.
Urkullu, horas antes de la cena con Zapatero, se mostró partidario de legalizar el nuevo partido siempre que cumpla los requisitos de la ley de partidos. El líder del PNV señaló en TVE que la presencia de un partido que represente a la izquierda 'abertzale' ilegalizada sería un síntoma de «normalización en la convivencia política» en el País Vasco. Defendió, además, que los pasos para lograr esa normalización política tienen que darse por parte de «todos», incluido «el Gobierno».
Pero no fue el único mensaje en ese sentido que recibió ayer al Ejecutivo, las exigencias también llegaron de Batasuna. Arnaldo Otegi afirmó en una entrevista en el diario 'Gara', previa al comunicado de los terroristas, que la participación electoral es «fundamental»y si el precio a pagar es cumplir los requisitos de la ley de partidos, condena de la violencia incluida, es «insignificante». La participación en los comicios municipales, explicó el portavoz encarcelado, daría además «irreversibilidad» a un hipotético proceso de diálogo, es decir garantizaría que ETA no retomará las armas.
Otegi también aseguró que el comportamiento de Batasuna en esta etapa va a ser distinto al que tuvo en la tregua de 2006, cuando actuó subordinada a los dictados de ETA. En aquel alto el fuego, confesó, «cometimos gravísimos errores de los que hemos extraído las pertinentes consecuencias y no (los) volveremos a cometer nunca más». Tanto el argumento de las garantías de que ETA no regresará a la violencia si se legaliza al partido heredero de Batasuna como el de que la izquierda abertzale no va a prestarse a ser correa de transmisión de los terroristas en esta etapa son mensajes que tuvieron que sonar bien en los oídos del Gobierno porque fueron dos de las razones principales que hicieron fracasar el anterior proceso de paz.
El problema es que el Ejecutivo no se cree nada de Batasuna y menos de ETA. El vicepresidente primero y ministro del interior comunicó a Otegi que «se equivoca de interlocutor», que la que tiene que facilitar la legalización del partido de la izquierda 'abertzale' es ETA y no el Gobierno. Alfredo Pérez Rubalcaba volvió a recordar a Batasuna que solo tiene «dos caminos» para participar en las elecciones, «o ETA desaparece o ellos rompen con ETA», pero «ninguno de los dos se ha completado». Por tanto, nada ha cambiado en ese sentido para el Gobierno, y la izquierda 'abertzale' sigue con el camino cegado para presentarse a las elecciones.
Más cerca
Reconoció que algo se ha movido en el terreno político dado que esta etapa tiene los visos de ser «la del principio del fin». Un final, dijo Rubalcaba en la Cadena Ser, que no va a llegar ya sino que será largo pues «no es cosa de meses» dar carpetazo a 50 años de terrorismo. Para alcanzar ese objetivo, el Gobierno cree fundamental que Batasuna presione a la organización terrorista y no que haga de exégeta para interpretar y retorcer los comunicados de ETA para que digan lo que no dicen. Concluir, como hizo el dirigente Txelui Moreno, que de la declaración del lunes se colige que el final de la violencia es definitivo es «engañarse al solitario», en palabras de un miembro del Gobierno.
El fiscal general del Estado compartió el criterio del vicepresidente, y su parecer debe ser tenido en cuenta ya que el Ministerio Público puede impugnar los estatutos del nuevo partido. Cándido Conde-Pumpido defendió que no ha habido cambios que posibiliten la participación electoral de Batasuna. «Todo sigue igual» tras el último comunicado de ETA, afirmó el fiscal general.