Cospedal desautoriza a Mayor Oreja y niega que haya un pacto Gobierno-ETA
La secretaria general de los populares insiste en que ninguna formación filoetarra puede concurrir a las elecciones de mayo
MADRID. Actualizado: GuardarJaime Mayor Oreja sigue siendo un verso suelto dentro de la doctrina oficial del PP en la lucha contra el terrorismo. María Dolores de Cospedal negó ayer que su formación tenga «elementos de juicio» sobre si hay un pacto entre el Ejecutivo socialista y ETA. La número dos del PP aseguró que su formación apoyará al Ejecutivo mientras se mantenga en la estrategia de la derrota del terrorismo y no admita ningún tipo de negociación.
Cospedal realizó estas declaraciones minutos después de que Mayor Oreja declarase que el último comunicado de la banda terrorista «es un paso más en un proyecto pactado entre ETA y el Gobierno». La dirección nacional, como en los últimos dos años, respeta los análisis de su portavoz en el Parlamento Europeo, pero se fía más de los diagnósticos del presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien afirmó ayer que es «mucho más eficaz la labor de la Guardia Civil que 200 comunicados de la banda terrorista».
Cospedal evitó refutar en TVE las palabras de Mayor Oreja, pero lo desautorizó al desacreditar la teoría del entendimiento entre el Ejecutivo y los terroristas.
No obstante, recordó que desde la última tregua-trampa de 2006 quedó acreditado que «la mejor manera de acabar con ETA es con la actuación del Estado de Derecho» y no con procesos de diálogo. Un día después del nuevo texto de los terroristas, la más estrecha colaboradora de Mariano Rajoy comentó que en el pronunciamiento leído por los tres encapuchados queda claro que la intención de ETA es la de «no disolverse y estar presente en las elecciones de mayo en los ayuntamientos del País Vasco y Navarra». Para Cospedal, lo que hizo «ETA es lo que ha hecho en otras ocasiones, con la proximidad de unas elecciones locales y forales». El PP tiene claro que «no va a caer en el engaño».
Recordó que el PP siempre ha dicho de una manera muy clara que no hay lugar a la negociación porque esto supondría dar la imagen a los terroristas de que pueden albergar alguna esperanza. «Asumir cualquier tipo de condiciones es como decirle a ETA que los instrumentos que han utilizado son válidos para hacer política», apostilló.