La nueva ley del Turismo vela por el territorio y define un nuevo modelo de negocio
La Junta regula el uso de suelo turístico y acaba con el vacío legal sobre el régimen de propiedad horizontal en los alojamientos
SEVILLA.Actualizado:El Consejo de Gobierno aprobó ayer el anteproyecto de la nueva ley de Turismo de Andalucía. Una norma que sustituira a la actual vigente desde 1999 y que nace con grandes ambiciones, sobre todo la de acoplarse a las exigencias del futuro en el que la sostenibilidad marcará el desarrollo económico, también el de los negocios del ocio. El texto, con 84 artículos, apuesta por el territorio como recurso básico del turismo, en consonancia con el medio ambiente y con una regulación más concreta y garantista del uso de suelo turístico. La ley contempla que los suelos calificados como tales en los planeamientos urbanos destinen al menos el 50% a alojamientos turísticos y prevé sanciones tanto a promotores como a propietarios por su incumplimiento. La Consejería de Turismo gana peso en la planificación urbanística, ya que los futuros planes subrregionales deberán contar con un informe de este departamento antes de que salgan a información pública. Junto a estas y otras medidas de ordenación, el texto contiene otras de promoción, mejora de la accesibilidad de todos los usuarios a los recursos, de colaboración público-privada, para el fomento de la creación de empleo y para reforzar la calidad y seguridad de turistas y trabajadores. Todo ello, como remachó el consejero de Turismo y Deportes, Luciano Alonso, para asegurar que el turismo siga siendo una de las actividades económicas que más ingresos aporta a la Comunidad: Más de 15.400 millones de euros anuales, el 11% del PIB andaluz.
El proyecto de ley pasará ahora al trámite del Consejo Consultivo y después al Parlamento para ser aprobada definitivamente antes de final de legislatura, es decir antes de que acabe el año. Luciano Alonso explicó que el texto ha sido consensuado con los agentes sociales y con el sector y justificó su aprobación en la necesidad de adaptarse al Estatuto de Autonomía, a las nuevas leyes locales y a otras reglamentarias consecuencia del nuevo modelo turístico. En este puso el acento el consejero recordando el creciente papel protagonista del usuario con la globalización e internet y, en consecuencia, su autonomía a la hora de decidir los viajes. «El turista se convierte en el corazón de la nueva ley», subrayó Alonso en sintonía con las demandas de estos nuevos tiempos.
Medio Ambiente
El titular de Turismo destacó la importancia de la sostenibilidad ambiental, económica y social en el diseño de la ley. Primero la ambiental. «Somos los primeros en España en apostar por el territorio como recurso básico del turismo», dijo. En este sentido, la ley potenciará instrumentos existentes, como el Plan General de Turismo Sostenible, y propondrá como novedad un modelo turístico aplicable a cada territorio, según sus recursos, intereses y potencialidades. Alonso puso como ejemplos de modelos diferentes los del litoral mediterráneo o atlántico, el de las ciudades medias o el del Guadalquivir. Para los espacios saturados se diseñarán programas de recualificación. Pero la gran aportación de la ley es el peso que la Consejería de Turismo gana en la planificación territorial y urbanística de los municipios andaluces. La norma contempla que Turismo emita informes a los planes subrregionales de ordenación del territorio (POTA) de forma previa al procedimiento de información pública. Hasta ahora, Turismo intervenía en el periodo de alegaciones cuando ya los planes estaban practicamente decididos. Luciano Alonso cree que de esta forma se facilitará la conexión entre el modelo turístico y el territorial definido.
Suelo turístico
Además, la nueva ley concreta y define el concepto de suelo de uso turístico que ya está en la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) para obligar que al menos el 50% del mismo se destine a alojamiento turístico. Hasta ahora había un cierto vacío, ya que la LOUA sólo exige que dicho suelo contenga aparcamientos y zonas verdes, recordó Alonso. «Con la ley se acaba la indefinición», subrayó, obligando a que este suelo se destine en verdad a actividades turísticas y no a uso residencial, con un efecto llamada a parques de ocio o de restauración como complemento. En definitiva, busca crear riqueza y empleo, entrando en la otra sostenibilidad que impulsa la ley, la económica. En este aspecto, este cambio favorecerá las nuevas fórmulas de negocio, como el régimen de propiedad horizontal en establecimientos de alojamientos turísticos ahora tan en boga. Alonso explicó que en el capítulo de sanciones no sólo se penalizará al promotor que incumpla la norma, sino también al propietario del inmueble declarado de uso turístico que no lo destine a tal fin. Además, la ley incluye como obligatoria la redacción de una nota marginal en el Registro de la Propiedad en los casos de régimen de propiedad horizontal para garantizar dicho uso turístico.
En relación a la sostenibilidad económica y para favorecer el empleo y la inversión, la ley contempla también la simplificación de trámites administrativos, según la nueva directiva comunitaria, para la creación de empresas. Además de las tradicionales, la ley reconoce como actividades turísticas las deportivas, parques de ocio, reuniones y congresos, balnearios y hasta la enseñanza del castellano, lo que redundará en su fomento con las subvenciones que ya reciben las primeras.