Una tregua entre muchas
En los últimos 30 años la banda ha declarado numerosos alto el fuego fallidos
MADRID.Actualizado:«Eso de las treguas ya se acabó». Esta rotunda frase del vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, pronunciada el 17 de diciembre, avanzaba el grado de confianza que dará el Gobierno a una nueva declaración de la banda. «Lo que espera el Estado es que la violencia acabe definitivamente», sentenció el también ministro del Interior. Y es que desde la década de los 80 son numerosos los amagos que ha llevado a cabo la banda para acabar con sus acciones, todos ellos, hasta ahora, fallidos y durante los que la organización ha aprovechado para reorganizarse.
1 de marzo de 1981
La tregua del 23-F
La primera tregua oficial fue proclamada por ETA político-militar y tuvo lugar días después del intento de golpe de Estado del 23-F. En un momento en el que la actividad de la banda alcanzaba sus cotas más altas, con un balance de 93 víctimas mortales en 1980, en el que ha sido el año más sangriento de su historia, la organización se encontraba dividida entre los 'poli-milis' y ETA militar. Los primeros, que encarnaban el sector más 'blando' de la banda, iniciaron contactos con el recién estrenado Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo. Días después del golpe de Estado proclamaban una tregua de un año, que posteriormente sería ampliada otros seis meses y culminaría definitivamente con la disolución de esta escisión de la banda y la incorporación de la mayoría de sus integrantes en Euskadiko Ezkerra.
8 de enero de 1989
La negociación de Argel
Todos los presidentes de la democracia han entablado diálogo de una u otra forma con la organización terrorista. En el caso de Felipe González este se dio en el marco de las conocidas como 'conversaciones de Argel'. Tras varias propuestas de tregua lanzadas por ETA y que no obtuvieron respuesta por parte del Ejecutivo, finalmente el 8 de enero la organización proclamaría un alto el fuego de 15 días que a continuación ampliaría dos meses más. Durante este tiempo, una delegación socialista encabezada por Rafael Vera y Juan Manuel Eguiagaray retoma los contactos al negociar con Eugenio Etxebeste, 'Antxon'. «Hemos venido a comprobar si son ciertas las ofertas para acabar con la violencia», dijo entonces Vera. Las conversaciones se rompen el 4 de abril y tres días después la banda retoma sus acciones armadas.
10 de julio de 1992
El duro golpe de Bidart
El 29 de marzo de 1992 ETA sufría uno de los mayores golpes policiales de su historia al caer detenida toda su dirección en una brillante operación policial cuando se reunía en el municipio francés de Bidart. Descabezada, ETA proclama un alto el fuego de dos meses que no obtiene respuesta del Gobierno y que todos los especialistas consideran en realidad como una tregua trampa, destinada a ganar tiempo para que los terroristas puedan reconstruir su organigrama. El cese de la violencia ni tan siquiera dura los dos meses prometidos. El 17 de agosto un terrorista mataba a tiros a los guardias civiles José Manuel Fernández Lozano y Juan Manuel Martínez Gil.
16 de septiembre de 1998
El turno de Aznar
La llegada al Gobierno del PP supuso un cambio en la estrategia de la banda, que abandonó su tradicional aislamiento para intentar formar un frente nacionalista como punta de lanza política de cara a lograr la autodeterminación. Tras la firma del Pacto de Lizarra, ETA anunciaba el 16 de septiembre un alto al fuego incondicional e indefinido. Representantes de la organización y del Gobierno solo llegaron a mantener una única reunión en Zurich de la que no salió acuerdo alguno. Finalmente, tras 440 días de paz, ETA anunciaba que retomaba la acción y responsabilizaba de ello a PP y PNV.
24 de marzo de 2006
La bomba de la T-4
Como ya intentara con González y Aznar, ETA, muy debilitada tanto militarmente por las acción de las Fuerzas de Seguridad como políticamente como consecuencia de la Ley de Partidos, declara «un alto el fuego permanente». «La superación del conflicto, aquí y ahora, es posible. Ese es el deseo y la voluntad de ETA», aseguraba en su comunicado del 23 de marzo de 2006. El robo de más de 300 pistolas en Francia mientras se mantenía abierto el diálogo avivó la polémica en torno a los que denunciaban una nueva tregua trampa. La organización no volvería matar hasta el 30 de diciembre de ese año, cuando una bomba echó abajo el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas acabando con la vida de dos personas. 24 horas antes Rodríguez Zapatero declaraba respecto a ETA: «Estamos mejor que hace un año, pero dentro de un año estaremos mejor».