Arrepentidos y con permisos
MADRID.Actualizado:La presión en los 'makos' no solo ha procedido de Interior. La Audiencia Nacional, y más precisamente el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, también ha puesto su grano de arena para alentar la disidencia. El titular de ese juzgado, José Luis Castro, comenzó a fijar en octubre pasado una nueva doctrina para la reinserción de los presos de ETA que rompan de manera definitiva y fehaciente con la banda: hay que premiar con permisos penitenciarios los «esfuerzos por separarse del entorno de la organización criminal».
Su decisión, el pasado 22 de octubre, de permitir que el ex dirigente del aparato político de ETA José Luis Álvarez Santacristina, 'Txelis', abandone la cárcel de Nanclares de Oca para asistir a cursos de formación supuso un «duro mazazo» a los ortodoxos de la banda, según los máximos responsables de la lucha antiterrorista. ETA -recuerdan- por primera vez veía que uno de sus ex jefes no solo aceptaba las reglas de Instituciones Penitenciarias (algo expresamente prohibido por la organización), sino que lograba uno de los máximos beneficios penitenciarios, el de salir a la calle.
En diciembre, Castro apuntaló la doctrina jurídica y concedió, con la expresa oposición de la Fiscalía en dos de los casos, nuevos permisos de salida a otros tres presos (alguno de ellos con delitos de sangre) después de que los reclusos hubieran pedido perdón. Los servicios de Información aseguran que el juez central de vigilancia se ha convertido en la nueva «bestia negra» de los más irreductibles de ETA.