Amancio Ortega designa a Pablo Isla como su sucesor al frente del 'imperio Inditex'
El fundador y primer accionista del grupo textil, que seguirá vinculado a la empresa, destaca la valía del actual consejero delegado
MADRID. Actualizado: Guardar'Fumata blanca' en Arteixo. Amancio Ortega ha descifrado por fin uno de los grandes enigmas del panorama empresarial español, el de su sucesión. Era lo previsible, incluso lo esperado, pero ya no quedan dudas, Pablo Isla será el nuevo presidente y número uno de Inditex con todos los poderes en su mano. Ortega, que cumplirá 75 años el próximo 28 de marzo, envió ayer a todos sus trabajadores una carta en la que explicaba a la plantilla sus planes: «Ahora es el momento, con gran ilusión y responsabilidad, de proponer que Pablo Isla, actual vicepresidente y consejero delegado, sea nombrado presidente ejecutivo con ocasión de la próxima junta general de accionistas». El encumbramiento de Isla, que llegó al grupo gallego en 2005, será el próximo mes de julio.
El alma de Zara deja claro que seguirá vinculado a la empresa que ha sido su vida, como miembro del consejo de administración, en virtud del casi 60% del grupo que controla. Y, al tiempo, allana el camino a Isla, que ha pilotado en los últimos años la máquina con un éxito abrumador y un reconocimiento más que explícito dentro y fuera de la firma. Nadie duda de la valía del sucesor, elegido varias veces como el mejor ejecutivo de España.
El paso dado sirve también para borrar de un plumazo cualquier presión sobre Marta, la hija empresaria de Amancio Ortega, que desde hace algunos años se curte en Inditex; primero a pie de tienda por varios lugares del mundo y ahora, sin posición ejecutiva, en las oficinas centrales de La Coruña. Ya llegará su momento.
En su misiva a los empleados, a los que como siempre califica de «queridos amigos», Amancio Ortega no pierde ocasión de alabar a Isla. «Esta nueva etapa, que en realidad se ha iniciado en los últimos años, mostrará el camino del futuro, será la combinación de la juventud y la experiencia, que, con responsabilidad y profesionalidad, llevan a hacer bien las cosas», la primera fortuna de España y uno de los hombres más ricos del mundo.
«Estoy seguro de que, con la misma lealtad y compromiso con que hemos actuado hasta ahora, responderemos a la responsabilidad que asumirá el nuevo presidente, a quien yo propongo desde la tranquilidad que disfruto en estos momentos y con la seguridad de que es lo mejor para el futuro de la compañía», añade Ortega, en una inmejorable carta de presentación de Pablo Isla a la plantilla.
El creador de Inditex, quien ha hecho de la discreción una virtud y una seña de identidad, aprovechó la ocasión para felicitar a sus trabajadores por el crecimiento de la compañía, que ya está presente en 77 países a lo largo de todo el mundo a través de 5.000 establecimientos. Isla ha sido, precisamente, el gran urdidor de la expansión internacional del grupo, que tiene ahora Asia como su foco principal de atención.
Al pie del cañón
Los que le conocen aseguran que Ortega seguirá de cerca el día a día de la empresa. Hasta ahora, lejos siempre de los focos, el ejemplo más evidente del hombre hecho a sí mismo en el panorama empresarial español ha sido de aquellos que una mañana peleaba en los despachos con los 'tiburones' financieros y esa misma tarde aprovechaba un rato para seguir de cerca, y siempre sobre el terreno, la marcha de las ventas en alguna tienda o el desarrollo de la logística.
Inditex, dividida hoy en ocho enseñas diferentes y con Zara como punta de lanza, nació en 1975 gracias al empuje de un Amancio Ortega visionario y que se empeñó en dar cuerpo a un concepto nuevo, el de la moda a precios asequibles. Antes, el hijo de un ferroviario nacido en la localidad leonesa de Busdongo de Arbas había tenido su primer contacto con la confección como empleado de la mercería La Maja y fundado, en 1963, su primera compañía, Confecciones GOA (sus iniciales al revés), donde vendía batas de mujer que él mismo diseñaba.