Tocata y fuga desde el clásico andalucismo partidista

«Allí queda muy poquito», dice Pepe López sobre el estado del PSA, primer damnificado del éxito que pudiera tener el Foro Ciudadano con Pacheco al frente. Sin movimientos escandalosos en cuanto a cifras, «porque hay gente que no ha dejado el partido pero que están viéndolas venir y ahora, con el pronunciamiento de Pedro, darán el paso», añade López, lo cierto es que llegan al Foro andalucistas como Gemma Gerez, quien hasta hace apenas unas semanas aún era responsable de Acción Rural en el PSA. Hoy en día ya es miembro de la coordinadora electoral del Foro Ciudadano.

De los 22 miembros de este órgano, y pese la frescura pretendida para la futura lista, son 13 los antiguos militantes del partido que ahora hace aguas: Manuel Rosa, María de los Ángeles Gómez, Alfonso García, Antonio Vega, Pedro Jiménez, Gloria Torres, Juan Pedro Valenzuela, Sandra de Jesús, Manuel Ramírez, Benito Torres padre e hijo y Mario Gutiérrez además de la mencionada Gemma Gerez. «Sin haber abandonado aún el PSA vino a nuestra asamblea de octubre, le gustó y se quedó», dice López del caso de esta última.

El caso del aún concejal andalucista Raúl Ramírez requiere especial atención. La valía de este joven abogado y la proximidad con Pacheco, que lo descubrió para la política en su día, provocan que nadie dude que se está pensando en él desde el Foro. La masiva presencia de pachequistas en la nueva formación apenas ha dejado una perla en el PSA. Y ése es él. Ramírez, sin embargo, proclama su lealtad a las siglas que ganaron su sillón en el salón de plenos y, por ello, no se puede esperar, al menos de momento, otra cosa que la prudencia. «Mi vida política tiene fecha de caducidad: mayo próximo», dice con una seguridad avalada por una próspera y recién recuperada situación profesional que encarece su posible continuidad.

Ha reabierto ya su bufete, se ha dado de alta en el Colegio de Abogados y da a entender que no debe esperársele en la política más allá del final de la presente legislatura municipal. Su dedicación profesional y su familia, con hijos aún pequeños, se convierten en burladero tras el que se guarece en estos momentos en el que prefiere verlas venir. Pero vendrán.