El alcalde de La Barca amenaza con cerrar el Ayuntamiento

Los desencuentros constantes entre el alcalde de La Barca y el Ayuntamiento de Jerez han escrito otro nuevo capítulo nada más empezar el año con otro enfrentamiento que bien podría acabar con el cierre del Consistorio pedáneo. Una medida alarmista que sin embargo no es descartada en absoluto por el primer edil, Roque Valenzuela, que amenaza con llevarla a término si desde Jerez no se abona lo necesario para pagar las nóminas de la plantilla municipal.

Los trabajadores barqueños, como recordó el regidor, a estas alturas aún no han cobrado la nómina de diciembre ni la paga extraordinaria, algo de lo que él responsabiliza directamente al Ayuntamiento matriz por la falta de regularidad en las transferencias económicas a la Entidad Local Autónoma. «Hemos pasado estas fiestas como hemos podido -se quejó Valenzuela-, pero sin recursos ninguno. Lo que vamos a tener que hacer es cerrar el Ayuntamiento, si la cosa se agrava».

Actualmente, la deuda de Jerez con La Barca asciende a 400.000 euros, pero el alcalde se conforma con lo estrictamente necesario para que su plantilla cobre como es debido. «La cuestión está en sentarse y ver cuáles son los problemas, porque hay cosas verdaderamente urgentes». Ahí radica el quid de la cuestión, según subrayó, en que nadie del Consistorio matriz, empezando por la delegada del Medio Rural, María del Carmen Martínez, se ha dignado a darle una explicación o responder a sus demandas.

Ésta fue la causa de que hace unos días los trabajadores se manifestaran a las puertas de la casa de la delegada, ubicada en La Barca, exigiéndole una solución de forma inmediata. Durante la protesta, se vivieron momentos de tensión hasta el punto de que uno de ellos acabó con una denuncia en la comandancia de la Guardia Civil.

Presunta denuncia

Así al menos lo aseguró Valenzuela, acusando al marido de Martínez de haber «zamarreado y lanzado improperios» a una empleada municipal que, siempre según su versión, decidió denunciarlo ante las fuerzas de orden. El Ayuntamiento pedáneo, por su parte, también está estudiando interponer una querella por los hechos.

Este medio se puso ayer en contacto con el afectado, que aseguró desconocer a qué se refiere el alcalde y desmintió rotundamente que haya estado implicado en un incidente de semejantes características. Además, declaró no tener constancia alguna de que se haya tramitado una denuncia contra él.

Dejando a un lado esta acusación, el regidor barqueño afirmó que seguirá en sus trece para acabar con la desigualdad que, a su juicio, separa a los vecinos de la zona rural de los de la urbana. «Ese reparto solidario del que hablan es mentira. En Jerez, la plantilla ha cobrado gracias a la presión sindical, pero la gente del campo somos de segunda clase». Algo de lo que culpó nuevamente a Martínez, a la que calificó de «inútil» por «someterse a las exigencias de la alcaldesa».