Al costadillo de la cabalgata de la ilusión

Llenazo sin parangón en las calles de la ciudad este pasado sábado por la tarde: otra vez retornaron los duendes de la ilusión al itinerario de la teoría del eterno retorno. Porque de nuevo todos nos volvimos esencia de niños. El 5 de enero combatió con brío las afrentas de los malos auspicios climatológicos, la lluvia brilló por su ausencia, el cielo se despejó en la estrella azul del cuento de Pinocho y una algarabía de emociones infantiles iluminó el ambiental reinado de las multitudes. Poesía escrita por los reyes de la casa, caramelos que sobrevolaron a ras de esperanzas abiertas y la tradición hecha mantenimiento de nuestras más consuetudinarias costumbres. No cabía ni una aguja ni un alfiler de acera a acera. Melchor, Gaspar y Baltasar vivieron y se desvivieron por lo jerezano y por los jerezanos: volutas de sincronía y compenetración a favor de un lenguaje antiguo y sempiterno: la alegría y la expectación engarzados en una misma simbología. Saludamos en el acto de coronación de los Reyes a Juan Lupión Villar, al director general de Cajasol Juan Salido Freyre, al presidente de la Asociación de los Reyes Magos José Arcas o al fotógrafo Miguel Ángel Castaño, entre otros. Igualmente al presidente del Grupo Romero Caballero Francisco Romero Caballero y a toda su familia o al cofrade –e industrialista de pro– Jesús Lucena. Ya luego, al costadillo de la Cabalgata, los encuentros se sucedieron sin tregua ni descanso. Porque pocos en Jerez no se perdieron esta entrañable cita.