Queridos Reyes Magos del 2011

Mis queridos Reyes Magos del 2011: Sabéis con la ilusión que todos los años os escribo esta carta, que además siempre comparto con todos, aunque no conciban el mismo Dios que yo, porque compartir sigue significando tener más del doble. Es al menos lo que dijo el niño Jesús cuando creció y yo, por ahora, me sigo fiando de él. La crianza es muy fuerte. Este año me gustaría que los regalos fueran de verdad para todos. En mi boca pondré deseos de verdad, para que les llegue a cuantas mas personas mejor.

Siempre debemos empezar, en una tierra donde la lotería lleva muchos años sin venir cantada, por una inmensa salud que rodee de esperanza cualquier ilusión, sea de familia, de trabajo, de vivienda o de seguir en el dificultoso optimismo de que esto se arreglará antes que tarde. La salud es como la sangre de la tierra, agua roja capaz de dar fuerzas e ilusiones donde no las haya, hay que valorarla de verdad.

Seguiríamos en el menú pidiendo para esta ciudad, pidiendo su poquito de espíritu perdido de encuentro. La que se dice, y va al 12, como la más liberal de todas las ciudades modernas, la que siempre se ha sabido escuchar de todas formas y pareceres, para mí que ha perdido ese gustito por la clasecita del respeto de oírse y expresarse con sencilla y respetada opinión. Por eso os pido un poco de ese respeto de trato de todos con todos.

En tercer lugar, estoy convencido de que muchas de las causas que motivan el 'agrisamiento' de esta ciudad, sobretodo de su alma, su alegría, su paseo, de sus gentes, y en más casos de los que podríamos admitir siendo de aquí, no solo se encuentran, en la falta de empleo, de alojo, o de algo para ir digno por la vida, sino también en un poco más de reflexiva y cuidada educación. No es algo que se obtenga por infusión o contagio divino, es tarea de familia, antes que de los que enseñan, ya que los ejemplos se nos van a otras islas a vivir. O que ese esfuerzo para mejorar parece que siempre es del de enfrente. Eso de ser educado, no está de moda, porque según muchos, no sirve para nada, y están equivocados. A los jóvenes, no se les pueden echar la culpa, ni siquiera la conocen. Debemos invertir en eso, y no tanta nueva piedra votadora. Por eso, os pido que la educación, el empuje, el brío, el buen trato del por favor y las gracias, sea el eslogan de moda, al menos en esta ciudad. Seguro que luego, trae más duros.

En cuarto lugar os pido un juguete único en el mundo: el «Yo estoy contento con lo que me permite mis esfuerzo, mis oportunidades y mis posibilidades para vivir decentemente». Este juguete es difícil de encontrar, lo sé. Sé que incluso algunas multinacionales lo han quitado del mercado. Mejor dicho, ahora se dice que 'los mercados' lo han quitado de en medio y ya no se encuentra. Pero estoy convencido que unos Reyes Magos de verdad, como vosotros: Melchor, Gaspar y Baltasar, lo encontraréis para todos. ¡Ah!, y a los corruptos de espíritu y obras, a ésos, carbones, malos y negros como un pozo. Por culpa de ellos hay muchos que van a sufrir y pagar los platos rotos estos años, sin culpa suya. Por eso creeré siempre más en los que reparten, que en los que hacen caja, y si son jóvenes mejor.

No voy a ser muy largo, ya que el 11 no es sino estar a un año del 12. ¿Y qué se puede pedir a doce meses de la única oportunidad cercana? Pues que todos miremos hacia la misma dirección. Todos, no las palabras, sino las personas que nos representan y sus hechos. Se que cuesta mucho, porque la rutina de «y tú mas», ó el «que sea él el primero» o «tu escondes mas que nosotros» es la cantinela diaria. Podríamos, en la ciudad más constitucional del mundo, y los que más puedan hagan más, inaugurar una época de buen hacer y mejor ser. De forma que a los que vengan para La Pepa, les entreguemos una cara, una imagen y un trato inmejorables, como saludo duradero de un cambio necesario y posible que haga referencia verdadera en esta ciudad nuestra y suya: Cádiz. No solo la ciudad que sonríe, -ya apenas va esbozando una mueca, por mas maquillaje que se le eche-, sino la ciudad generosa, pujante y abierta, que con su esfuerzo sabe dar, y que por ello recibirá.

Para terminar, siempre pido cada año para mis arquitecturas. Para este voy a pedir dos Torres en Chiclana. Total, ya le iba tocado a mi pueblo algo del 12. Será en el 11, con la Batalla en La Torre del Puerco el 5 de marzo próximo, a dos centenarios también de la pérdida personal, social y económica que supuso aquel acuartelamiento francés, previo al ataque en Zuazo. A mi pueblo y a Puerto Real le deben gran parte de no haber podido entrar en San Fernando y Cádiz tampoco. Pues eso, dos Torres de verdad en San Juan Bautista, como dos pequeños o grandes símbolos de este momento. Liderado por quien lo debe liderar: el alcalde, junto al Obispado, la UCA y el Consorcio para el Bicentenario, y pagado por todos, para recordar que estamos vivos en ilusiones de piedra y de verdad. La Esperanza se construye también haciendo cosas entre todos, y entre todos, por ello, estaremos orgullosos de dejarlas hechas.

Salud, y os dejo lo de siempre a vosotros, a los pajes y a los camellos.