El pesimismo de los consumidores se dispara a niveles de 2009
La principal razón de este repunte en el mes de diciembre fue el ataque de los mercados internacionales a la economía española
MADRID. Actualizado: GuardarLa confianza de los consumidores descendió 5,4 puntos el pasado diciembre como consecuencia de una mala percepción tanto sobre la evolución de la economía actual como la prevista para el próximo medio año, según el índice que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO). El pesimismo entre los españoles se disparó y se situó en cotas inéditas desde mayo de 2009. El estudio coincidió, eso sí, con el mayor acoso de los especuladores contra la deuda española a cuenta de la crisis irlandesa.
Este derrumbe contrasta con la subida de 2,9 puntos que experimentó este indicador en noviembre. El brazo financiero del Estado justifica que la volatilidad de resultados está provocada por el embate de los mercados internacionales a las emisiones españolas. Por esta razón, los componentes que más sufrieron en diciembre fueron los referidos a la economía nacional, mientras que las valoraciones y perspectivas de los consumidores respecto a la situación de las finanzas de sus hogares fueron menos negativas.
La economía de las familias sigue siendo la mejor valorada por parte de los encuestados, aunque en diciembre marcó su nivel más bajo desde hace siete meses. Mientras, lo que más miedo suscita es el empleo. La apreciación sobre el trabajo ha caído en barrena a medida que las cifras del paro aumentaban. Aun así, los españoles confían en que durante el próximo medio año el mercado laboral se recupere algo más que la economía nacional.
La juventud es sinónimo de optimismo. Así lo demuestra el apartado que detalla las respuestas en función de la edad, que revela que los consumidores entre 16 y 24 años son los que mayor confianza muestran, mientras que a medida que aumenta la edad de los encuestados y su incorporación al mercado laboral su nivel de confianza cae. Los ciudadanos en la franja de entre 45 y 64 años son los más desilusionados. Respecto al futuro, las esperanzas de los más jóvenes para el próximo medio año suben de forma más que considerable, mientras que la de sus mayores se desploma.
Optimismo urbano
También hay diferencias según la población en la que se resida. En los municipios con menos de 10.000 ciudadanos impera el pesimismo sobre la situación económica. A su vez, los habitantes de las grandes ciudades son los que mayor confianza demuestran tanto sobre la situación actual como sobre futura. El análisis por rentas demuestra que los ciudadanos más desilusionados sobre la situación macroeconómica presente y futura son los que conforman la llamada clase media.
El aspecto que más preocupa a los consumidores es la evolución de los precios. La inflación no deja de crecer y supera con creces el ligero incremento que presentan los salarios. Frente a ese miedo al IPC, la encuesta señala que la ciudadanía no parece asustarse por el devenir de los tipos de interés. Aun así, y después de un largo periodo con el precio del dinero en mínimos, no son pocos los analistas que advierten de que cuando Alemania y Francia consoliden su recuperación el BCE no dudará en elevar las tasas de interés oficiales, hoy en el 1%. El comportamiento del ahorro y el consumo tampoco desvela de forma especial a los españoles, según el estudio del ICO.