«Vengo para organizar el Xerez»

Y volvió. Como el de El Almendro por Navidad, como el regreso de Pedro Pacheco para las próximas elecciones municipales. De la misma manera reaparece Joaquín Morales. El exmandatario del Xerez ha querido en los últimos meses quedarse en la sombra y solo apareció hace apenas un par de semanas para desmentir que fuera a negociar con Luis Parra la venta de las acciones del club. Ahora, echando cebos para hacer un poco menos doloso su regreso a la entidad, el sevillano retoma el habla.

Lo hizo con los miembros de la plataforma 'Salvemos al Xerez' este pasado martes y ayer lo hizo en los micrófonos de Canal Sur. El expresidente del conjunto azulino habló precisamente sobre esa reunión con los aficionados y sobre los movimientos que planea. «Estoy intentando colaborar un poco para organizar el club dentro de la minoría que somos. Hay que organizar el club para que más o menos funcione y tenga su gente para que no haya vacío. Una vez más tenemos que volver a poner un poco de orden en lo que podamos. Y qué mejor que hacerlo en colaboración con todos. Hay que arrimar el hombro. Con los peñistas hablamos un poco de todo. Estuvimos cambiando impresiones y vamos a intentar buscar lo mejor para el Xerez».

Morales, que quiso matizar que no va a volver a ser presidente de la entidad azulina, insistía en la radio regional en que no tiene la mayoría de acciones, aunque estará bien representado en la junta general de accionistas del próximo día 18 de enero por Javier Tebas. En el tema de Federico Souza y su operación de compra-venta, Morales aseguraba que no quiere «mirar más para atrás. Todas las mañanas le pido a Dios lo mismo. Le pido salud y perdonar a todo el mundo porque el trabajo ya soy yo capaz de encontrarlo. Mirar para atrás es hacerte daño a ti mismo y a los demás. Hay momentos en la vida en los que hay que mirar para adelante y echar narices. Aunar esfuerzos y pelear. Me ha pasado casi de todo en la vida y siempre me quedo con todo lo positivo. Lo negativo es para aprender. No voy a mirar atrás para criticar a nadie porque eso es muy fácil. Las cosas han pasado porque han tenido que pasar y voy a intentar que no pasen más».

Dolido, aparentemente, el expresidente del Xerez quiso aclarar que el empresario de Buenos Aires nunca fue su testaferro, ya que «gracias a Dios a mí no me hace falta buscar un testaferro. Me equivoqué con Souza. Me equivoqué yo, como siempre. Me he llevado todas las culpas, hasta del vecino de enfrente, por querer acaparar todas las malas historias. Ahora vamos a intentar hacerlo de otra manera y que quede todo bien hablado. Nos equivocaremos y acertaremos todos».

Una segunda oportunidad

¿Pide Morales una segunda oportunidad? Posiblemente. Pero un primer paso lo tendrá que dar una vez que se haya celebrado la junta de accionistas del próximo 18 de enero. Es entonces cuando el empresario de Dos Hermanas mueva los hilos para configurar un nuevo consejo de administración que, a priori, dista mucho del que en su día quiso formar Rafael Mateos. «Queremos que haya una serie de consejeros que lleven a buen puerto el Xerez, y poco a más ya que ahora mismo somos minoría hasta que no se arreglen los follones que tenemos con el amigo Souza». El nazareno afirmó que quiere escuchar a la afición del Xerez a la hora de confeccionar el consejo de administración, algo que trasmitió a los representantes de 'Salvemos al Xerez' con los que se reunió el martes: «Voy a escuchar lo que piense la afición y dentro de lo que piense, voy a intentar que sea lo mejor para el Xerez. Por circunstancias, soy de los pocos que puede mover ficha y no tengo compromisos con nadie».

Tal vez el único compromiso lo tenga el sevillano con el Ayuntamiento, al que tiene que abonar un plazo de las acciones municipales. Algo que, según Morales, «quedará resuelto más adelante. Mi idea es arreglar los temas con el otro señor -por Souza- y cumplir con lo de las acciones, como he hecho toda mi vida».

Ya para acabar, Morales hizo balance de su andadura como accionista del Xerez, destacando que en el fútbol «un día te dicen presidente, presidente y al otro ratero u otro tipo de cosas. Lo que hay que hacer es ser positivos y no dejar que te den tanto en el hombro, ya que al otro día te quieren cortar el cuello. Hay que contar hasta diez y ser mucho menos impulsivo. Sobre todo, no tengo que dejarme manejar como una pelotita de 'pin pon', como me ha pasado en otras ocasiones una y mil veces».