Irán ahorca a siete presos acusados de narcotráfico y se eleva a 19 la cifra de muertos en tres días

Siete personas acusadas de narcotráfico fueron ahorcadas ayer en el patio de una cárcel de la provincia iraní de Kermanshah, en el suroeste del país. Las últimas muertes elevan a 19 las ejecuciones llevadas a cabo en el país persa en los últimos tres días. De acuerdo a la ley iraní, la obtención y distribución de más de 30 gramos de heroína está castigada con la máxima pena.

Los siete ejecutados «preparaban y distribuían desde cinco kilogramos de heroína hasta cien kilogramos de crack sintético», según aseguró el fiscal general de la citada provincia, Mojtaba Maleki. «Algunas de estas personas tenían antecedentes de transporte y distribución de drogas y hasta la fecha habían disfrutado varias veces de la compasión islámica. El combate contra el narcotráfico continuará sin fisuras y con firmeza», añadió Maleki.

Hace tres días la prensa iraní confirmó asimismo que ocho personas acusadas de narcotráfico fueron ajusticias en la ciudad santa de Qom, mientras que otras cuatro acusadas de violación fueron ahorcadas en la provincia oriental de Sistán Baluchistán.

Según los datos que maneja la ONG defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional, Irán es, con más de 300 ahorcamientos al año, el segundo país del mundo que más ejecuciones realiza. China ocupa el primer puesto y por detrás de Teherán se sitúan Arabia Saudí y EE UU.