Tres décadas despachando ilusión
Un años más, son muchos los que acuden a las tradicionales pastelerías jerezanas para hacerse con un desayuno de Reyes
JEREZ.Actualizado:Para Isabel «no hay otro mejor». Y tan segura está de ello que lleva comprando el roscón de Reyes en la misma pastelería situada en la calle San Agustín durante los últimos 22 años. Y no es la única. Son muchos los que acuden a la pastelería Los Reyes para hacerse con uno de estos deliciosos manjares que cada año degustamos por estas fechas. Rocío incluso se ha animado a tomarse un trocito in situ, sobre la marcha, con un café bien caliente y en buena compañía.
Hoy le acompaña su hija, Sonia, que en ese mismo momento encuentra uno de los tesoros que esconde el roscón: un pez amarillo, que enseña con mucha ilusión.
Pero este encuentro no ha sido fruto de la casualidad, puesto que son muchos los que acuden a diario a desayunar a esta cafetería, pero es por estas fechas cuándo aprovechan para endulzar sus mañanas con un trozo de roscón.
Parece que no hay mejor manera de empezar el día.
«Es muy habitual encontrar roscones que han estado congelados y en ésta, aunque a veces incluso tenga que esperar, siempre están recién sacados del horno».
El año pasado, la nieta de Isabel compró el roscón en otra pastelería y «no estaba a la altura». Y por eso este año no se juegan. Ya tienen su roscón más que pedido. Este año será de nata.
La cafetería se va llenando. Unos se quedan como Rocío a desayunar y otros, simplemente, piden su ración para llevar a casa.
Cuatro roscones. Tres roscones. Uno desaparece rápidamente y al otro le faltan ya dos trozos. Y eso que son muchos los pedidos por encargo, con cierta antelación, que nunca llegan a ser expuestos.
Este año se estima que venderán unos 2.500, más o menos, y todo ello a pesar de la crisis.
Unos llevan figuras variadas y otros la típica haba. Pero solo algún que otro roscón contiene uno de los múltiples vales.
Para la clientela de estos exquisitos dulces no hay ni un sólo roscón que tenga desperdicio.
«Los hay de crema, de nata, de trufa, de turrón y hasta sin relleno, y todos están igual de ricos», asegura una de las clientas que lleva más de diez años comprando su roscón en este establecimiento.
Quizás sea porque, como bien asegura Antonio Fernández, el dueño de la pastelería, «el secreto no es otro que el cariño con el que se elaboran todos y cada uno de nuestros roscones de Reyes».
Y así lo han hecho durante los últimos 31 años. Sin pausa alguna. Desde el mismo rincón jerezano. Mimando cada uno como si fuera el primero, para que podamos disfrutar de nuestro propio dulce de Reyes.