Hallan muerto en un arroyo al hombre desaparecido de Medina
Hoy le harán la autopsia al cadáver aunque la investigación apunta a que el fallecimiento fue por causas naturales
Actualizado:La ilusión y la desesperación están separadas por un segundo. El instante que va desde «lo han encontrado» a «está muerto». La familia de Sebastián Pavón Cruz, el discapacitado que había desaparecido en Medina la tarde del pasado viernes, estaba a las nueve de la mañana de ayer en el Ayuntamiento esperando la llegada del alcalde, Francisco Carrera, para pedir el apoyo del pueblo y realizar una búsqueda masiva por los alrededores del municipio.
«Nosotros vamos a salir a buscarlo cuando termine la reunión con el alcalde, pero necesitamos ayuda». No hizo falta. Carrera llegó pegado a su móvil y de inmediato realizó un ademán a la familia para que entrara en la casa consistorial. Allí pronunció las palabras que hizo que los hermanos se derrumbaran, que perdieran todas sus esperanzas. Sebastián había fallecido.
En la otra punta del pueblo, en una zona conocida como el camino del Galapacho, la Policía Local y la Guardia Civil se encontraban en una finca desmenuzando los detalles de cómo su propietario había encontrado el cuerpo, que estaba tirado en un arroyo y cubierto por ramas y cañas. Mientras las hermanas se encontraban en el interior del Ayuntamiento asimilando la noticia, los sobrinos se desplazaron hasta el lugar a la espera de más noticias.
«No sé cómo ha podido llegar hasta ahí si apenas podía caminar bien». El dueño del terreno había acudido para realizar labores de mantenimiento tras varios días sin pasar por la zona. Fue entonces cuando descubrió el cadáver. Hasta pasadas las 12.10 horas no se procedió al levantamiento del cuerpo que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Cádiz donde hoy por la mañana se le realizará la autopsia. Aunque, se desconoce la causa de la muerte la hipótesis principal con la que se trabaja en la investigación es que el fallecimiento se produjera por motivos naturales al no haber indicios de violencia. La última pista que recibió la familia fue que había sido visto bajando por el bar El chiclanero, algo que fue contrastado y según fuentes del caso lo más probable es que Sebastián intentara acortar camino por los campos para llegar a casa de su hermana, que estaba en la parte baja de la localidad, aunque podría haberse despistado y sus dificultades para moverse y comunicarse complicaron la labor de pedir ayuda, al encontrarse en una zona alejada del pueblo y con casas muy separadas entre sí.
Conmoción
La noticia ha sobrecogido a Medina ya que Sebastián era muy conocido. Tras abrir varios negocios una serie de trombosis hizo que perdiera movilidad de un brazo y de una pierna, por lo que se hizo vendedor de cupones. También había perdido su capacidad para hablar. Varios vecinos se estaban movilizando ayer para organizar batidas de búsquedas. La noticia cayó como un jarro de agua fría. La última vez que se le vio fue sobre las nueve de la noche tras montarse en un coche que lo subió al pueblo. Al parecer volvió a bajar para dirigirse a casa de su hermana donde tenía que pasar la Nochevieja. Mientras tanto su familia daba vueltas por la localidad alertada por su ausencia y la falta de noticias, ya que Sebastián no llevaba consigo ni móvil ni documentación, aunque sí tenía marcada con su nombre la ropa. Ante la falta de pista los familiares decidieron ampliar la búsqueda y repartir carteles con su foto y su nombre en localidades como Barbate, Vejer, Benalup, San Fernando o Chiclana. Pero todo fue inútil. Sebastián ya había perdido la vida presumiblemente al intentar volver con los suyos. Ahora la investigación se centra en conocer tanto los motivos como la hora de su fallecimiento.