Shanghai se queda el 'cesto'
El pabellón de España en la Expo es elegido entre los cinco que no serán derribados, y culmina así un éxito sin precedentes
Actualizado:Ni en sus mejores sueños podrían haber imaginado tal éxito. El año no ha podido empezar mejor para los responsables de la presencia de España en la pasada Exposición Universal de Shanghai. El anuncio de que el pabellón nacional será uno de los cinco que se salvarán del derribo ha puesto la guinda a la participación más exitosa de nuestro país en una Expo.
El 'cesto' de Benedetta Tagliabue, cuya construcción ha costado 18 millones de euros, ha conseguido ser uno de los edificios más concurridos, con siete millones de visitantes, y obtener la medalla de bronce en la modalidad de Arquitectura. Su indulto hace realidad las aspiraciones del Gobierno español y frena en seco las especulaciones que circulaban sobre el futuro del edificio, cuyo costoso mantenimiento, estimado en unos tres millones de euros anuales, es un pesado lastre para quien lo adquiera. El recubrimiento de placas de mimbre, que otorga una imagen espectacular al conjunto pero que ha de ser sustituido cada cierto tiempo, es el principal problema. Ahora, todo queda en manos de las autoridades chinas.
El pabellón español se suma así a las principales estructuras de la Expo, diseñadas desde un principio para permanecer en pie tras el evento, y perdurará junto a los de cuatro países que también han cosechado un gran éxito de público: Arabia Saudita, que construyó el edificio más caro de la historia de la Expo -cien millones de dólares-; Francia, cuyo indulto ha supuesto una sorpresa tras las acusaciones a la muestra gala de ser un gran escaparate para sus principales marcas; Italia, que erigió un edificio sencillo pero resultón y fácilmente reciclable; y Rusia, cuya permanencia en Shanghai parece más una concesión política que una decisión basada en criterios arquitectónicos.
La 'Catedral de las Semillas' del Reino Unido, que recibió la medalla de oro de la Expo y un sinfín de premios de diseño, es el gran ausente en la lista de indultados. Claro que su cometido estaba en línea con la principal característica de las Exposiciones Universales, la temporalidad de las construcciones, y no cumple con uno de los requisitos básicos, el de superar los 6.000 metros cuadrados de superficie útil. Así que, como sucede con muchos otros pabellones nacionales, el británico está siendo pasto ya de las excavadoras.
Todavía no se ha hecho público cuál será el uso que los chinos darán a los edificios preservados. Sólo se ha confirmado que su vida será de unos cincuenta años, y que albergarán exposiciones o estudios para artistas, pero ni siquiera está clara su ubicación, ya que la principal zona de la Expo será convertida en un nuevo barrio de la metrópolis más poblada de China.
Sí se construirá allí el Museo de la Expo, un recinto en el que se podrá admirar otro de los legados españoles: Miguelín, el gigantesco bebé robótico diseñado por Isabel Coixet, está llamado a seguir siendo la estrella del evento durante muchos años. Y, al otro lado del río, según el diario 'Shanghai Daily', el Área de Mejores Prácticas Urbanas, en la que se encuentran el pabellón de Madrid y las muestras de Barcelona y Bilbao, quedará intacta para que China pueda aprender de los mejores ejemplos urbanísticos del mundo.