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La ley pilla por sorpresa en los hospitales
Muchos jerezanos infringieron la normativa en el centro sanitario y en los parques infantiles; La prohibición se aplicó sin incidentes en los bares, discotecas y restaurantes de la ciudad, donde los clientes la asumieron y salieron a fumar a la calle
JEREZ. Actualizado: GuardarAño nuevo, vida nueva. Y en este caso además, sin humos. La entrada en vigor de la Ley Antitabaco era ayer el tema recurrente en las puertas de bares, cafeterías y otros establecimientos, ya que dentro ha quedado vedada la entrada para los fumadores. También son terreno prohibido las inmediaciones de los hospitales, los parques infantiles, los veladores cubiertos de los restaurantes o el entorno de los colegios. No obstante, hasta después de que terminen las fiestas ello no supondrá ningún problema importante para los jerezanos.
Aunque a ningún ciudadano que no haya estado metido en una burbuja le ha cogido por sorpresa la normativa, su aplicación concreta es otra cuestión. No todo el mundo sabe dónde se puede fumar y dónde no, a pesar de que una de las virtudes de la ley es que resulta menos ambigua que la anterior de 2006, que permitía el consumo en algunos locales y lo restringía a espacios reservados en otros.
Debido a estas dudas, muchos jerezanos infringieron ayer la ley sin mala fe, por despiste o por desconocimiento. En las escaleras del hospital, por ejemplo, se pudo ver a lo largo del día a más de una persona fumándose un cigarrillo. Lo mismo en los centros sanitarios de otros puntos de la provincia, algo que muchos siguen sin entender: «Es super absurdo, porque no se puede fumar arriba, pero abajo sí y hay solo un metro de distancia», se quejaba ayer, cigarro en mano, Raquel Rodríguez, a la que la ley le parece «regular».
En los parques infantiles, algunos niños compartían aún ayer el juego con el humo del tabaco. Sus padres reconocían, en algunos casos, su desconocimiento sobre la aplicación de la normativa en este caso. «La prohibición de los parques es más sencilla de lo que parece: las zonas infantiles de los juegos son las que están vedadas, pero no en el resto de jardines», explicaba Ubaldo Cuadrado de la asociación Nofumadores.org, que ayer se felicitaba por lo bien que se ha aplicado la restricción. «Aún es pronto pero me sorprende lo bien que lo han aplicado los hosteleros. Si esto sigue así, será un éxito total», reconoció Cuadrado.
Y es que en el caso de la hostelería, prácticamente a ningún cliente le cogió de nuevas la prohibición, sobre todo a los fumadores. De hecho, la nueva ley fue el tema de conversación, discusión y debate más repetido por la concurrencia ante las barras de los bares, y sobre todo, ante sus puertas, donde cientos de personas se vieron obligados a hacer 'guardia' para fumarse el pitillo.
En general, la restricción fue asumida por todos los clientes de la hostelería de la provincia sin incidentes, más allá del resoplido de algún fumador. De hecho, según los dueños de establecimientos consultados, no hubo ningún empecinado que se negara a apagar el cigarro, ni fue necesario echar a nadie por la fuerza. Ni siquiera en las discotecas.
En Jerez, eso sí, había ayer hosteleros que echaban humo, mientras que los clientes se dividían entre los que están a favor y los que están en contra. Desde la patronal de hostelería Horeca, sus consejeros Faustino Rodríguez (Bar Juanito) y Alfredo Carrasco (Alfredo Café Copas) no dudaban en señalar los perjuicios de la normativa, que hará en general que la gente consuma menos. Faustino Rodríguez señaló en este sentido que habría que haber tenido en cuenta las circunstancias especiales de una ciudad y una provincia con una gran crisis y una alta tasa de desempleo.
Por su parte, Alfredo Carrasco tildó de «contradictorio» que impidan a la gente beber en la calle y sin embargo la empujen a fumar fuera de los bares.
En las discotecas, el toque de queda tuvo lugar en la medianoche del sábado y se «abrió algo la mano». Los locales se llenaron de corrillos de personas que no renunciaban a su cigarro, pero tampoco a tomarse un café o una cerveza.