«Por aquí no está, si ha salido del pueblo es porque se lo han llevado»

Suena el móvil. María Luisa Pavón no tarda en cogerlo y la expresión de su cara cambia de inmediato. Al otro lado se encuentra su hijo que le explica el testimonio de un hombre que dice haber visto a Sebastián, su hermano desaparecido el pasado viernes, caminar en dirección a la salida de Medina. Su cara vuelve a cambiar de expresión, como si su corazón le dijera que esa pista no va a ningún lado.

«Ya hemos recibido varias llamadas que no han servido para nada. La última fue una que decía que habían visto a un hombre con esa descripción en los Badalejos, pero resultó ser un vendedor de cupones de esa localidad», afirmó su hermana Catalina.

Su otro hermano, Juan acababa de llegar de Barbate. Desde que desapareció Sebastián no ha hecho más que recorrer los municipios cercanos para repartir carteles con su fotografía, por si alguien le reconoce. «Ya no sabemos qué hacer porque hemos buscado en cada matorral, en cada rincón de Medina, por las cunetas por si acaso se ha caído, pero no damos con él».

La preocupación de la familia aumenta por hora que pasa, sobre todo porque Sebastián está fuertemente medicado a causa de varias trombosis que le han afectado a la hora de comunicarse y desplazarse. «Tiene por lo menos ocho o nueve pastillas y debe tomarlas cada ocho horas. Además lleva pañales y Dios sabrá cómo estará ahora mismo», aseguró María Luisa.

Han seguido sus pasos pero no encuentran ningún rastro. Están extrañados de que pudiera haber salido del pueblo, ya que nunca antes se habían enfrentado a una situación similar. «Nunca, jamás en la vida se ha ido sin decir nada. A nadie le ha pedido que lo lleve a ningún lado, tan solo va a tomar café por aquí cerca y vuelve. El problema es que no tiene móvil y ni siquiera lleva la documentación encima porque la tiene en Sevilla. Yo no sé por qué, pero tengo la corazonada de que está en Chiclana. Por aquí no está en ningún sitio y si ha salido, alguien se lo ha tenido que llevar», expuso Catalina.