Estonia abraza el euro, a pesar de las incertidumbres
El país báltico, que sufrió una recesión severa durante 2009, ha conseguido controlar el gasto público y un endeudamiento bajo
CORRESPONSAL PARA EUROPA DEL ESTEActualizado:Desde este sábado, 1 de enero, Estonia se ha convertido en el decimo séptimo Estado de la Unión Europea (UE) que integra la llamada 'zona euro'. El Consejo de Europa (CE) ha concluido que dicho país báltico "ha logrado un alto grado de convergencia económica sostenible y está preparado para adoptar la divisa europea". En este sentido, elogia "el prolongado compromiso de Estonia en la aplicación de medidas económicas prudentes".
El comisario comunitario de Asuntos Económicos, Oli Rehn, ha advertido, sin embargo, a los dirigentes del antiguo territorio soviético que deben "proseguir sus esfuerzos por mantener estas medidas razonables en materia fiscal, permaneciendo atentos y reaccionando con prontitud y decisión en caso de que aparezcan indicios de un aumento de los desequilibrios macroeconómicos o de pérdidas de competitividad". La ampliación de la 'zona euro' a este país situado en el extremo noreste de la UE se produce en un momento de debilidad y grandes incertidumbres para la moneda única y justo un año después de que Eslovaquia, otro país de la antigua Europa comunista, abandonara su divisa nacional (corona eslovaca) para adoptar el euro. Eslovenia, que perteneció a la Yugoslavia federal, lo hizo en 2007.
Para adoptar el euro, los países candidatos tienen que respetar varios criterios en control de las finanzas públicas (déficit y deuda), inflación y fluctuación limitada de los cambios y tipos de interés. Tallin los cumple con creces, según la CE. El país báltico ha podido abandonar sin problema la corona estonia, porque acabó el año con un déficit público del 1,7% y conseguirá mantenerlo en 2011; la deuda pública cerró 2010 en torno al 9,6% del Producto Interior Bruto (PIB) y será del 12,4% en 2011. Pero Bruselas recuerda que tendrá que seguir haciendo esfuerzos "de carácter duradero en la convergencia en materia de inflación", cercana al 6%.
El economista polaco Pawel Król señala que "la economía estonia fue golpeada duramente por la crisis, pero es muy flexible y ha demostrado en los últimos 20 años que tiene capacidad para adaptarse a la realidad europea en materia monetaria". A su juicio, y comparada con Letonia y Lituania, que atraviesan una fuerte recesión, Estonia –que cuenta con 1,2 millones de habitantes– "tiene unas bases económicas realmente sólidas".
No obstante, el diario estonio Postimess se muestra escéptico sobre el futuro del país dentro de la 'zona euro', porque es "un pequeño Estado de Europa del Este trabajador pero pobre". El líder del movimiento 'Salvemos la corona', Anti Poolamets, está convencido incluso de que el euro es "un gran problema" para Estonia, pues "nuestro pequeño país nórdico que ha conseguido un presupuesto equilibrado y no vive por encima de sus posibilidades, se une a un club donde muchos se comportan de forma totalmente contraria".
'El tigre báltico'
Los expertos consideran que el Estado postsoviético, llamado en época de bonanza 'el tigre báltico' debido a un crecimiento económico que superaba el 10% anual, está en condiciones de enfrentarse a este reto económico y monetario, a pesar de los nubarrones que amenazan a la moneda única. Las turbulencias de la 'zona euro' ya han afectado con dureza a Grecia e Irlanda, y pesan incertidumbres sobre Portugal, España, Italia y Bélgica.
"Ningún país está enteramente protegido de las crisis. Pero las que han golpeado a Grecia e Irlanda no amenazarán a Estonia, siempre que seamos capaces de seguir con una política presupuestaria de endeudamiento bajo", sostiene el ministro estonio de Economía, Juhan Parts. Para el primer ministro, Andrus Ansip, "Estonia será un país más atractivo para los inversores extranjeros con el euro, y podrá incluso favorecer el desarrollo de Lituania y Letonia". Según Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en la universidad estadounidense John Hopkins, "uno de los secretos del triunfo de Estonia ha sido su estabilidad monetaria desde que rompió con la URSS en 1991 y, asimismo, haber reducido sus gastos un 15% hasta conseguir un déficit de 1,7% del PIB".
Desde que Estonia ingresó en la UE en 2004, el país ha conocido un fuerte desarrollo económico hasta que entró en recesión: en 2009 perdió el 14,1% de su riqueza global y el desempleo alcanzó el 14%. Aún así, el Gobierno de centroderecha consiguió controlar el gasto público e impedir que la ya elevada inflación se disparara.
Estonia es puntera en el uso de las nuevas tecnologías. En su territorio está ubicado el programa de software Skype (para realizar llamadas sobre internet), que cuenta con 400 millones de usuarios. También informáticos de este país han creado el software Peer-to-peer Kazaa, que facilita las conexiones individuales entre usuarios de la Red y tiene ya 389 millones de clientes.
Según un reciente sondeo del Instituto Faktum and Ariko para el Gobierno, el 54% de los estonios está a favor de la moneda única, mientras que el 36% se opone y el 10% no se pronuncia. Pero, a pesar de ese respaldo mayoritario, el 72% de los ciudadanos teme que la aprobación de la divisa comunitaria por el país repercuta en una subida sensible de los precios.