La noche de Fin de Año se celebró sin incidentes graves en la Bahía

El cielo dio una tregua, hizo una temperatura envidiable y, además, apenas hubo incidentes grave en la noche de fiesta de Fin de Año en el entorno de la Bahía de Cádiz y Jerez, a pesar de que suele ser una de las más 'calientes' del invierno al lanzarse miles de persona a la calle para celebrar la llegada del nuevo año.

Sin duda, a lo largo de la noche se bebió mucho alcohol y no faltaron los vándalos que se divierten con la destrucción de mobiliario público -en cinco localidades, los Bomberos tuvieron que sofocar incendios de cubos de basura-, pero por suerte no se repitieron escenas de violencia, ni agresiones, como en navidades anteriores. Por ejemplo, la zona de marcha de la Punta de San Felipe, en Cádiz, que en la Nochebuena de 2009 se convirtió en un campo de batalla contra la Policía, apenas congregó a unas 1.000 personas en la noche de ayer, menos de la mitad que los que se reunieron en las calles de Muñoz Arenillas y en el casco histórico de la capital (unas 3.500 personas), según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Cádiz.

Sin las doce campanadas

El disgusto de la noche en la capital lo padeció el centenar de gaditanos que esperaban tomarse las uvas en la plaza de San Juan de Dios al llegar las doce horas, ya que -por razones que ayer aún se desconocían- las campanadas no sonaron en el reloj consistorial.

Tampoco en las carreteras de la provincia se registraron accidentes de tráfico importantes, a diferencia de la pasada Nochebuena, cuando se dieron hasta tres siniestros en la Bahía que acabaron con tres fallecidos.

Sólo en el Campo de Gibraltar, se dieron ayer algunos incidentes algo más destacados: concretamente en San Roque la Policía se vio obligada a perseguir a un conductor que circulaba haciendo eses por la pedanía de El Toril; y una mujer de la misma localidad resultó herida con quemaduras por un cohete lanzado por sus vecinos.