Empleadas de Limasa y Acasa unen fuerzas y cortan el tráfico en el centro para pedir su paga
Las dos plantillas tienen pocas esperanzas de cobrar la nómina del mes de diciembre
JEREZ. Actualizado: GuardarCada día emprenden una nueva movilización. Las trabajadoras de Acasa (servicio de ayuda a domicilio) volvieron ayer a hacerse oír en el centro de la ciudad debido a los constantes retrasos que sufren en el cobro de sus nóminas y en concreto, por que no han percibido aún la paga extra. En esta ocasión se sumaron a la protesta las trabajadoras de Limasa (limpieza de colegios y dependencias municipales), que se encuentran en la misma situación.
Al filo de las doce y media de ayer, una treintena de empleadas de Acasa se colocaron en el primer paso de peatones de la calle Larga durante diez minutos mientras que una docena de compañeras de la otra concesionaria hicieron lo mismo en la intersección entre Porvera y Alameda Cristina. «Que piten, que piten, que vuelvan a pitar, que las trabajadoras queremos cobrar», gritaban mientras los conductores comenzaban a desesperarse en sus vehículos. Pronto, las colas de coches ocupaban toda la calle Honda y la Porvera. Tras unos minutos de espera, muchos de ellos optaron por dar la vuelta y tomar Bizcocheros para salir del atasco.
Dos veces
Las manifestantes, que estuvieron acompañadas por los representantes de CC OO, UGT y CGT, José Manuel Trillo, Pedro Alemán y José García, se retiraron un rato para volver a cortar el tráfico poco después. Esta última vez lo hicieron en presencia de la Policía Local.
«Nos han dicho ya que no hay dinero para la nómina de diciembre y ni siquiera hemos cobrado la extra», dijo ayer Inmaculada Barea, del comité de empresa de Limasa. «Las compañeras están mal porque muchas familias dependen solamente de ese sueldo. Estamos sin cobrar y, lo que es peor, sin esperanza de que nos paguen», continuó.
Además de Acasa y Limasa, tampoco han cobrado la paga extra los trabajadores de la Fundación Andrés de Ribera (FAR) que, según José Manuel Trillo, «se sienten en el limbo, no saben si son trabajadores del Ayuntamiento, privados o semiprivados» después de que se haya iniciado el proceso de disolución de la entidad.