
El regreso de 'Arriba y abajo'
La BBC ofrece una recreación en tres capítulos de la serie sobre señores y sirvientes que cautivó al mundo
LONDRES. Actualizado: GuardarSe tradujo como 'Arriba y Abajo' para su emisión en los años setenta. El público del entonces monopolio de TVE y el de otros setenta países siguió con atención las peripecias de una familia aristocrática británica y sus sirvientes, en el 165 de Eaton Place, en el barrio de Belgravia, en las primeras décadas del siglo XX.
Fue idea de dos actrices, Jean Marsh y Eileen Atkins, que la concibieron inicialmente como una comedia de sirvientes porque sus padres lo fueron y eso no se contaba en la serie del momento, 'La saga de los Forsyte'. Les costó convencer a productores y, cuando al final se puso en marcha la filmación, Atkins estaba en otra obra. Un directivo de la televisión LTV, que la había comprado, la guardó en un cajón. Creyó que no interesaría. La emitieron un domingo a las diez de la noche británica, una hora más en el horario español.
Fue un gran éxito. Las intrigas políticas y amorosas de señores y siervos que compartían vivienda dieron para cinco series, 68 episodios. El éxito se debió a la buena escritura de los guiones y a los actores, porque técnicamente era más teatro filmado que televisión. Y ahora ha regresado, con el mismo título que entonces en inglés, 'Upstairs, Downstairs'.
La BBC ha emitido esta miniserie de tres capítulos, cuyo último episodio original dejó las pantallas británicas en 1975, desde el lunes hasta la noche de ayer. Los espectadores navideños han visto en tres días festivos consecutivos a las dos actrices que tuvieron la idea original -Marsh haciendo de señora Buck, el ama de llaves, y Atkins, de lady Holland, la matriarca de la familia- incrustadas en un nuevo reparto y un tiempo diferente.
En la primera entrega, los protagonistas vivían sacudidos por noticias como el hundimiento del Titanic o el gran 'crash' bursátil de 1929. Ahora la Segunda Guerra Mundial se echa encima. Wallis Simpson, entonces amante del rey, Eduardo VIII, tiene el mal gusto de invitar a una recepción que dan los Holland al embajador de Hitler, Von Ribbentrop. Abajo, hay una sirvienta que sufre asma y que es judía y que va con el señor Amanjit, secretario sij de Lady Holland, a Cable Street, al este turbio de la ciudad, para gritar «¡no pasarán!» a los camisas negras de Mosley, entre los que desfilan la cuñada díscola de sir Hallam, que vive arriba, y su amante, el chófer de la casa, Harry, que vive abajo.
Avanza retrospectivamente la vida y la historia en la casa de Eaton Place y llega a las pantallas al terminar un año en el que otra serie de señores y sirvientes, 'Downton Abbey', ha cautivado a la audiencia británica.