El 'Pagafantas' se pasa a la comedia romántica de acción
El cineasta contrapone «crueldad y ternura» en 'No controles', un enredo protagonizado por Unax Ugalde, Alexandra Jiménez y Julián López
MADRID. Actualizado: GuardarEn el santuario de Borja Cobeaga (San Sebastián, 1977) conviven sin problemas Blake Edwards, Berlanga, George Cukor o Marianico el Corto. El cineasta donostiarra, que se apuntó su primer éxito de público con 'Pagafantas', regresa a la comedia, pero ahora con la etiqueta de «romántica y de acción» que él mismo el cuelga a su segundo largometraje. El humor esperpéntico y descacharrante vuelve a ser el mejor activo de 'No controles', una suerte de cuento de Nochevieja entre el rosa y el negro que llegará a las pantallas el cinco de enero y que se presentó el día de los Santos Inocentes. Según Cobeaga, esta comedia «tierna y cruel» que toma su título de una ochentera canción de 'Olé, Olé' instalada en la memoria colectiva, «mezcla de todo» de las 'Historias de Filadelfia' de George Cukor al humor de Marianico el Corto».
Cobeaga, guionista de humoradas como 'Vaya semanita' o 'Muchachada Nui', director de cortos como 'Limoncello' o 'Éramos pocos', tiene en la cabeza otro largo con el mundo etarra como telón de fondo.
No sabe qué derroteros tomará, pero sí «que será otra comedia». «El equilibrio entre crueldad y ternura me parece la combinación ganadora: es lo que más me puede gustar en el mundo. Me gusta mucho la crueldad, sobre todo si se adereza con el humor de la vergüenza ajena», admite un jocoso Cobeaga que presentó su 'peli junto a un elenco en el que destaca la comicidad extrema de Julián López -puntal de Muchachada Niu- como contrapunto de la ñoñería que el guion impone a la pareja de novios naufragantes que encarnan Unax Ugalde y Alexandra Jiménez. Completan el reparto histriones como Secun de la Rosa y Miguel Ángel Muñoz, los debutantes Mariam Hernández y Alfredo Silva, y los veteranos Ramón Barea y Mariví Bilbao.
Para ellos escribió Cobeaga , junto al guionista Diego San José, una historia romántico-navideña que se desarrolla en una gélida noche de fin de año en la que cientos de pasajeros de un aeropuerto se ven bloqueado por la nieve y obligados a pasar la última velada de 2010 en un hotel de carretera. «Nada que ver con el casos de los controladores» bromea un director que persigue «comedias locas pero muy realistas».
Es esta penosa circunstancia, el amor batalla por mantener unidos a Sergio (Unax Ugalde) y Bea (Alexandra Jiménez) que en ese mismo día separaban sus destinos y se disponían a iniciar vidas distantes. En medio del desbarajuste amoroso se cuela Ernesto (Miguel Ángel Muñoz), tercer vértice de un triángulo que da pie a situaciones descacharrantes.
El enredo discurre en un ambiente gélido, con toneladas de una nieve artificial muy natural y con vaho digital que se añadió en la posproducción, ya que la película se rodó en pleno mes de julio «con los actores supuestamente ateridos y el equipo en bermudas, pero sin que se note».