Un momento de la actuación de los Bomberos. :: J. FERNÁNDEZ
Jerez

El bombero que resultó herido en el incendio recibió ayer el alta médica

El fallecido en el trágico siniestro de la calle Doctrina recibió sepultura entre sus familiares, amigos y vecinos

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El operario del Consorcio Provincial de Bomberos que resultó herido en el incendio de la céntrica calle Doctrina de este lunes ya se encuentra en casa. Lo confirmaron ayer fuentes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) después de que el hombre pasara unas horas en observación en el Hospital de Jerez debido a sus lesiones.

Los servicios de emergencias tuvieron que trasladar al bombero al centro sanitario jerezano debido a un fuerte golpe en el pecho. Según contaron sus compañeros, durante la apertura de una puerta para acceder a la vivienda incendiada, la cizalla rebotó en el pecho del trabajador por lo que se requirió la presencia de una ambulancia. Afortundamente, el incidente parece haberse quedado en una contusión y un buen susto para el bombero.

Por otra parte, numerosos familiares, amigos y vecinos de Javier P. G, de 48 años, lo despidieron en la tarde de ayer en el cementerio de Jerez, donde recibió sepultura. El incendio se originó en su casa al filo de las cuatro y media de la tarde -se sospecha que el origen sea eléctrico- y no pudo sortear las llamas para salir de la vivienda. Cuando los bomberos accedieron al número 25 de la calle Doctrina, encontraron el cuerpo sin vida del vecino en el cuarto de baño. Al parecer, se había refugiado en la última habitación de la casa para resguardarse de las llamas pero falleció por inhalación de humo.

Estado de la vivienda

El inmueble afectado por el fuego tiene dos plantas y está dividido en cinco apartamentos. Se trata de un edificio que puede tener hasta un siglo de vida aunque ha sido reformado ya que antes era una tradicional casa de vecinos. El fuego se originó en la planta baja y sólo afectó a esta vivienda. Eso sí, las vigas de madera del techo sucumbieron al intenso calor que se registró en el interior y se vinieron abajo.

Los técnicos municipales volvieron ayer a inspeccionar el inmueble aunque desde el primer momento comprobaron que el fuego no había afectado al resto de los pisos. Al parecer, la distribución laberíntica de la casa se convirtió en una ratonera para el único inquilino de ese momento que, además, vivía solo.

Para dar por concluido el desgraciado incendio, los operarios tuvieron que emplearse a fondo y necesitaron tres vehículos y hasta 3.000 litros de agua. El humo se notó en todo el centro de la ciudad.