Manuel Carballo quita almíbar al cine navideño con 'La posesión de Emma Evans'
MADRID. Actualizado: GuardarEstrena esta semana su segunda película, 'La posesión de Emma Evans', una terrorífica vuelta de tuerca al fenómeno de las posesiones demoníacas y los exorcismos, plagada de cucarachas, sangre y violencia demoniaca con la que se ha ganado un hueco en el mercado internacional. Después de su exitoso paso por un puñado de festivales, incluido el de Sitges, esta segunda película del joven cineasta catalán que debutó con 'El último justo' (2007) se ha vendido a más de cuarenta países. La inquietante cinta de Carballo, terror puro con acento social y tintes de movimiento dogma, se estrena mañana en España «para contrarrestar el exceso de almíbar navideño y de ñoñería». Salta además a la conquista de mercados tan exigentes en el género del terror como EE UU, Canadá o Japón.
«Me llegó el guion de David Muñoz con una idea muy realista de la posesión diabólica y vi que tenía la posibilidad de hacerse desde un prisma de semi-documental» explica Carballo. Ha rodado en ingles y con actores británicos en interiores de Barcelona y exteriores de Londres esta dolorosa y trágica historia que se adentra en las oscuridades y desgracias de una familia de clase media, un matrimonio de profesionales con dos hijos, una de ellas la conflictiva adolescente Emma, que caerá en poder del maligno y a la que un tío sacerdote tratará de exorcizar.
«Desde luego que después de 'El exorcista' resulta arriesgado afrontar un proyecto como este, pero el cine es contar historias de la mejor manera posible. El western gira siempre en torno a los mismos elementos y no ha dejado de renovarse desde 'La diligencia'. En este subgénero de la posesión diabólica pasa lo mismo», dice.
«La idea de este proyecto era aplicar una lente de aumento al microcosmos de la familia y a partir de ahí explorar todas las posibilidades cuando entra un elemento irracional, como la posesión diabólica, aunque también podría ser un adicción o una enfermedad» explica Carballo.