Un socialista en la corte del rey Artur

Artur Mas prometió diseñar un gobierno con los mejores, con independencia de su color político, y esta es la razón que ha esgrimido para que el socialista Ferran Mascarell, consejero con Pasqual Maragall, forme parte de su equipo. Su entrada en el Ejecutivo como consejero de Cultura supone un golpe de efecto, puesto que Mascarell fue también concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Barcelona con el también socialista Joan Clos y en los últimos meses se barajaba su nombre como posible candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona. Incluso trataba de liderar el ala catalanista de los socialistas catalanes para emprender un nuevo rumbo desligado del PSOE.

El presidente de la Generalitat abre así una vía inédita en España. Hasta la fecha, los presidentes del Gobierno y autonómicos como mucho habían incorporado a independientes en sus ejecutivos. Mas, por primera vez, ficha a uno de la oposición. Una medida que ya adoptó el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que incorporó como ministros a algunos socialistas. También Barack Obama incluyó a varios republicanos en su gabinete.

Mascarell, no obstante, puede que tenga sus días contados en el PSC. Y es que su decisión no ha hecho mucha gracia en su partido. Empeñados como están desde el PSC en asegurar que el acuerdo que han suscrito con CiU para la investidura de Mas no es un pacto de legislatura, el fichaje de Mascarell alimenta más si cabe el 'run run' de una sociovergencia para cuatro años. «Queremos subrayar el carácter personal de una decisión que implica sumarse a un proyecto político bien diferente al nuestro», señalaron fuentes del PSC.

Y puede que no sea la última sorpresa. En CiU confiesan que Mas ha sondeado a Anna Birulés, ex ministra de Ciencia y Tecnología con José María Aznar aunque no llegó a militar en el PP, para que sea consejera de Empleo y Empresa. Sería una forma de expresar su voluntad de tener un Gobierno transversal en el que tengan cabida los soberanistas, pero también los más templados.