Sergio Sánchez, defensa del Sevilla. / Ap
DESPUÉS DE UN AÑO de baja

Sergio Sánchez vuelve al fútbol

El jugador sevillista superó este martes la prueba definitiva y regresará tras ser baja por una cardiopatía

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Es el Día de los Inocentes pero a Sergio Sánchez le han dado la mejor noticia que se le puede dar a un futbolista: puede volver a jugar. La confirmación llegó este martes de la mano del doctor Arturo Evangelista, del Hospital del Vall D’Hebron, quien ha sido el encargado de llevar personalmente toda la recuperación del jugador.

Tras decírselo primero al propio profesional y al presidente del Sevilla, José María del Nido, el médico aclaró a los medios que se trata de un alta “sin condiciones”. Afirmó que cuando se le ha comunicado que está para jugar es porque no hay riesgo a nada ni habrá ninguna novedad al respecto. Al menos así lo esperan. Lo único que tendrá que hacer el nervionense es someterse al final de cada temporada a una ‘scáner’ completo por simple precaución.

El catalán se incorporará este miércoles a los entrenamientos junto al resto de sus compañeros y ya puede contar como uno más para el técnico Gregorio Manzano. Lo hará justo un año después de empezar este calvario. Porque fue un día como hoy de 2009, cuando en unas pruebas rutinarias previas a las vacaciones se le detectó su cardiopatía.

Tras unos primeros análisis, el club tuvo que admitir un rumor que levantaron voces más o menos autorizadas, quienes aseguraban que ya se conocía el problema cardíaco de Sergio Sánchez. La entidad aseguró que en los informes del Espanyol había puntualizaciones a una malformación en el corazón, pero no creyeron que fuera a más. Pero los médicos del club, en la sombra, sí atestiguaron que en el reconocimiento médico se le detectaron “variaciones cardíacas fuera de los parámetros normales”. Se hizo caso omiso y se contrató al lateral por un montante de tres millones de euros. Sin embargo, pocas jornadas después del inicio de Liga, un nuevo seguimiento aconsejó que se le practicaran nuevas pruebas hasta que se decidió parar su actividad física.

Como era de esperar, la decisión sentó como un jarro de agua fría a los dirigentes, al jugador y al sevillismo. Una afición, sobre todo la de Nervión, que sabía muy bien lo que era perder a uno de los suyos en un terreno de juego. “Yo he tenido la suerte que no tuvieron Antonio Puerta y Dani Jarque”, sentenció Sergio Sánchez hace un año. La misma fortuna que tuvo Rubén de la Red, primero en llamarlo para darle ánimos. Era el punto y seguido a una larga recuperación, mezclando esperanza y desesperación.

Sin pensárselo, el defensa arriesgó su vida en una operación a corazón abierto en Alemania. Todo salió bien y a partir de ahí no tuvo más remedio que tener paciencia. Hace unos meses le dieron la primera satisfacción al decirle que podía volver a entrenar. Han sido semanas de angustia, de evaluaciones continuas, de madrugar para ir a un trabajo que no creía perdido. Pero todo ha llegado a buen puerto. Sergio Sánchez está de vuelta. Él ya sonríe por Navidad, porque podrá volver a oler el césped y llorar, pero de alegría.