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Pionero. «No he hecho ningún tratamiento a nadie que no haya probado antes sobre mí». :: J. R. LADRA
Sociedad

«Me encanta envejecer»

Christian Chams Doctor«Crecí con una madre obsesionada con las arrugas y ahora mi obsesión es eliminarlas del rostro de otras mujeres»

ARANTZA FURUNDARENA
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Son las ocho de la tarde de un domingo y Christian Chams (Teherán, 1951) todavía tiene la consulta a tope de señoras, entre ellas dos famosas del cuché ocultas en otra salita. «Todas quieren estar guapas en Navidad», explica este 'doctor milagro' que apenas come ni duerme, pues vive entregado a repartir por el mundo esos pinchazos faciales que prometen quitar de golpe 15 años.

- ¿A cuántas personas ha pinchado hoy?

- No sé, a unas sesenta. Salgo de mi consulta de Madrid a la una de la madrugada y a las siete de la mañana vuelo a Moscú o a Inglaterra, Italia o Abu Dhabi. Esta es mi vida.

- ¿Ha tratado a mujeres que usan burka?

- Lo usan sólo por el día. Por la noche acuden a fiestas fastuosas y quieren estar bellas.

- ¿Y cuándo ve a su esposa y a sus dos hijos?

- Estoy separado de mi mujer. No la veo casi nada.

- Me da que el trabajo le ha arruinado el matrimonio...

- Completamente. A mis hijos, que están terminando sus estudios, tampoco les veo mucho, pero hablo a menudo con ellos.

- ¿Ya es sana la vida que lleva?

- Confieso que no. Soy adicto a esto, lo reconozco.

- ¿Y no se lo ha hecho mirar?

- Oh, no, no... Para nada. Esta es mi pasión. Soy feliz sacando lo mejor de cada cara. En París tengo una paciente de 94 años. Bueno, según su hija, tiene ya 98. Y me encanta dejarla bella.

- ¿A esa edad no debería uno estar ya en paz con sus arrugas?

- Es una señora casi ciega y medio sorda. Viene con la mujer que la cuida. Y usted dirá: ¿Por qué se trata?

- No sé. ¿Para aparentar ochenta?

- No. Eso ya es lo de menos. Viene porque no ha perdido la ilusión por estar bien, por cuidarse.

- ¿La arruga no es bella para usted?

- Absolutamente, sí. Puede ser muy bella. Pero intento retrasar el envejecimiento porque hoy a los 60 la gente vive con mentalidad de 40. Sincronizo el rostro con el espíritu.

- Creo que creció en una casa llena de espejos.

- Oh, sí, un montón. Mi madre estaba obsesionada con la belleza y las arrugas. Demasiado, le digo la verdad. Había veces que no salía en tres días de su cuarto porque había descubierto una nueva arruga. Y cuando tienes diez años lo que te preocupa no es que tu madre se ponga fea. A mí me daba pánico que se fuera a morir.

- Un psicoanalista le diría que está intentando borrar las arrugas de su madre en cada rostro que pilla.

- Para que ella no envejezca y nunca muera. Exacto. Pero mi madre falleció y sigo con esta obsesión.

- ¿Se mira mucho en el espejo?

- Todo lo contrario. Intento mirarme lo menos posible. A mí me obsesiona mejorar otros rostros, no el mío. Y le diré que hasta me encanta envejecer. Sí, sí. Me siento ahora mucho más feliz que cuando tenía veinte años.

- ¿No ha tomado entonces de su propia medicina?

- Ah, eso sí. Nunca he hecho un tratamiento a nadie que no haya probado antes sobre mí.

- Creo que Camilla Parker ha sido su gran creación.

- Ella me ha otorgado una gran reputación internacional.

- ¿A la reina de Inglaterra también la ha tratado?

- No. Ella no se deja.