CUENTO DE NAVIDAD
Actualizado: GuardarAprovechando las Fiestas Navideñas en que nos hallamos inmersos, he salido a dar un paseo por mi querida y entrañable ciudad de Jerez y me ha sorprendido gratamente lo limpias que están sus calles. Pero no crean que me refiero sólo a lo que es el centro de la ciudad, sino que cualquier barrio, desde la Granja al Polígono, cualquier pedanía, desde San Isidro a Estella del Marqués, luce igualmente con gran aspecto. Sin un solo papel en el suelo, ni una sola colilla, ni una hoja caída del árbol, ni siquiera la caquita de un perro, en fin lo que se dice pulcra y reluciente.
Pero ahí no queda la cosa. No queda rastro de una sola pintada en los muros y paredes de toda la ciudad. El Ayuntamiento ha invertido cientos de horas de trabajo para lograr, finalmente, que la ciudad reluzca como nunca se había podido observar. Añado a ello que todo el mobiliario urbano está en perfecto estado: papeleras por doquier; bancos cada pocos metros por si el ciudadano desea descansar; parterres de flores de múltiples colores que adornan la ciudad; farolas que lucen perfectas, sin una sola bombilla fundida, logrando que cuando anochece, la ciudad siga brillando.
Pero el paseo me depara más sorpresas, pues éstas se acumulan a cada paso que doy por la ciudad. Por fin, ¡qué bien que están funcionando los autobuses urbanos gracias al número de líneas que abarcan toda la ciudad! Pedanías incluidas y que poseen una frecuencia de paso tan alta, que raro es que un jerezano esté más de diez minutos esperando el autobús. Además la reluciente flota de vehículos ecológicos, recién puesta en circulación, que conduce un personal perfectamente uniformado, hacen que utilizar el autobús en Jerez sea de auténtica delicia.
Incluso sin utilizar el autobús, he podido comprobar en mi paseo que acudir al centro para comprar se ha convertido en una gran experiencia gracias a los nuevos precios que han instaurado los aparcamientos en Jerez, donde el minuto está a menos de la mitad que en cualquier otra ciudad similar. A ello debo unir que junto a la oferta comercial que representan las grandes superficies comerciales, el centro no ha quedado a la zaga, gracias a las magníficas tiendas y comercios con que cuenta Jerez, algo que, como no podía ser de otra forma, debemos agradecer al esfuerzo inversor realizado por sus propios comerciantes que, sin subvención alguna, han logrado eliminar aquellas viejas tenduchas que aún perduraban en algunas calles, contribuyendo a que Jerez obtenga un aspecto de gran ciudad cosmopolita.
Mas las sorpresas no terminan ahí. Tras dar varias vueltas y charlar con los vecinos, ya ni recordamos los jerezanos cuándo fue la última vez que vivimos una huelga o una protesta en la ciudad. Todos los empleados municipales, sean funcionarios, pertenezcan a contratas o trabajen para las fundaciones, cobran puntualmente sus nominas los días 28 de cada mes. A ello debe unirse el descenso tan espectacular que ha tenido el paro en la ciudad, donde la tasa de desempleo es prácticamente residual, propiciando muchísimas ventajas, entre otras que la ciudad crece económicamente día a día de forma imparable, o que se ha logrado una importantísima reducción de la delincuencia en Jerez, al punto de que las fuerzas de seguridad, Policía Local o Nacional, se aburren patrullando la ciudad sin un triste tironero que llevarse a las dependencia policiales.
Cuando estaba a punto de culminar mi paseo, también pude observar lo cívico que nos estamos volviendo los jerezanos, respetando todas las normas de convivencia, y lo bien que lo está hacienda nuestra alcaldesa y todo su equipo de gobierno, trabajando de sol a sol en beneficio de la ciudad. Forman una corporación absolutamente unida donde impera el 'buen rollo' y las ganas de trabajar y, de hecho, es fácil ver departiendo amigablemente, mientras toman un café, a la Delegada de Movilidad con la Delegada de cualquier Distrito.
Y es que realmente es fascinante cómo ha mejorado en pocos meses la ciudad de Jerez aunque, ahora que lo pienso detenidamente: ¿tanto he bebido esta Navidad como para confundirme al ver el calendario? Al comprobarlo una vez más, efectivamente hoy es domingo día 26 y no día 28. El día de los Santos Inocentes, si todo sigue bien, será pasado mañana. ¡Felices Fiestas!