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MUNDO

La crisis económica impulsa el odio étnico en los ex satélites soviéticos

PACO SOTO
VARSOVIA.Actualizado:

La crisis económica que golpea con dureza a los países del Este -con la excepción de Polonia-, la pobreza y las desigualdades que el nuevo sistema capitalista no ha podido corregir, la corrupción y el desprestigio de los políticos y las instituciones han traído agua al molino de la ultraderecha en países con escasa cultura democrática después de largos períodos de autoritarismos de derechas y cuarenta años de sistema comunista.

Hungría encabeza la lista de países con una extrema derecha fuerte en el ámbito político y electoral. Las legislativas del 25 de abril dieron la victoria a la conservadora Alianza de Jóvenes Demócratas (Fidesz) de Viktor Orban y catapultaron al tercer puesto parlamentario al Movimiento para una Hungría Mejor (Jobbik) de Gabor Vona, un partido extremista, populista, racista y antisemita que defiende la erradicación ideológica y étnica. Jobbik, que suma el 15% de votos, cuenta con el apoyo callejero de grupos paramilitares como Magyar Garda, integrado por unos 1.300 miembros que se inspiran de la estética y la ideología de Cruz Flechada, el partido fascista húngaro que se fundó durante la Alemania nazi.

En Eslovaquia también han crecido como hongos los grupos fascistas y nazis paramilitares que tienen en el Partido Nacional Eslovaco (SNS) de Ján Slota y el Movimiento para una Eslovaquia Democrática (HZDS) -que gobernaron con el socialdemócrata Robert Fico- a sus principales valedores políticos.

La República Checa no cuenta con partidos ultras excesivamente potentes, pero existen diversos grupos nacionalistas, racistas y neonazis que se dedican a organizar manifestaciones y agresiones contra los gitanos.

En Rumanía, gana terreno el Partido de la Gran Rumanía (PRM) de Cornelius Vadim Tudor, antiguo poeta oficial del dictador comunista Nicolae Ceausescu. Este personaje ha hecho de los homosexuales y los gitanos sus principales caballos de batalla.

En Bulgaria, Volen Siderov dirige el partido ultra Ataka, mete en el mismo saco su odio a los homosexuales, los judíos y la UE.