EE UU reconoce tras casi una década el daño de 'las otras víctimas' del 11-S
Washington repartirá 3.280 millones de euros entre los que ayudaron en el desescombro de la Zona Cero y padecen graves secuelas
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarEntre lágrimas y vítores de satisfacción, cientos de personas que ayudaron en las tareas de rescate y desescombro de las Torres Gemelas recibieron como un milagro de Navidad la aprobación por parte del Congreso de una ayuda multimillonaria destinada a costear los graves problemas de salud derivados de inhalaciones tóxicas a las que estuvieron sometidos mientras trabajaban sin protección en el epicentro de los atentados del 11-S. «Catorce compañeros murieron ese día y vemos cómo nuestros amigos siguen muriendo diariamente. Estamos luchando por el derecho a seguir viviendo», dijo a las puertas del Senado Glen Klein, un policía de Nueva York aquejado de una enfermedad pulmonar.
Tras años de dar la batalla en Washington por una causa que excedía a la capacidad económica de la urbe neoyorquina, los líderes políticos del Estado dieron por buenos los 4.300 millones de dólares (unos 3.280 millones de euros) obtenidos. La cantidad es sensiblemente inferior a la solicitada pero servirá para dignificar la vida de muchas personas aquejadas de dolencias crónicas con devastadoras consecuencias en el plano personal y profesional. Un aspecto simbólico no menos importantes es que la medida, que tiene rango de ley, extiende la consideración de víctimas de la tragedia más allá de los fallecidos el día de los atentados. Además de los operarios que pusieron sus manos en los escombros también están incluidos muchos vecinos sometidos a la grave contaminación.
La nación tenía la obligación moral de ayudar a los equipos de rescate que estuvieron durante semanas o meses en la Zona Cero», destacó Charles Summer, uno de los senadores por Nueva York al frente de la iniciativa. Con todo, el dinero aprobado esta semana no garantiza una cobertura sanitaria de por vida -los cálculos se sitúan como mucho en diez años-, si bien los legisladores apuestan por presentar nuevas iniciativas según el grado de evolución los afectados. Además de los recursos financieros para el tratamiento de enfermedades, la norma abre un fondo de compensación durante un lustro para cubrir los perjuicios ocasionados por la pérdida de salarios. Para que la iniciativa fuera aprobada por amplia mayoría en las dos cámaras del Congreso los demócratas tuvieron que rebajar los más de 4.700 millones de euros que barajaban para el fondo de compensación. «Todos los estadounidenses reconocen el heroísmo de los socorristas del 11-S, pero no es una idea muy solidaria ayudar a un grupo y al mismo tiempo quitarle oportunidades a la generación futura», apuntó el senador Tom Coburn, quien lideró el bloque opositor a la iniciativa.