El líder del socialismo radical escocés irá a la cárcel por perjuro
Tommy Sheridan negó que mantuviera sexo en grupo en un club como había publicado 'News of the World'
LONDRES. Actualizado: GuardarEl líder del socialismo radical escocés, Tommy Sheridan, volverá a la cárcel, donde cumplió condenas por sus protestas contra las armas nucleares o un impuesto municipal introducido por Margaret Thatcher, después de que un jurado popular fallara ayer que cometió perjurio al negar ante un tribunal que acudió a un club de Manchester con su cuñado y dos mujeres para disfrutar de sexo en grupo.
El rocambolesco caso judicial, que en su última entrega ha durado doce semanas en la Alta Corte de Glasgow y que ha sido un 'reality' de sexo, celebridades, prensa y política de extrema izquierda, se remonta a 2004 cuando el dominical 'News of the World' publicó que Sheridan, entonces diputado autonómico por el emergente Partido Socialista Escocés, del que era líder, acudió al club y mantuvo relaciones grupales y adúlteras. En 2006, un jurado dio la razón al político, que había denunciado por difamación al rotativo, que tuvo que pagarle además una compensación de más de 225.000 euros. Pero semanas después la Fiscalía escocesa abrió una investigación sobre la posibilidad de que algunos testigos del juicio hubiesen cometido perjurio, tan opuestas eran sus versiones.
El enredo se concentraba en una reunión, en noviembre de 2004, de la ejecutiva del partido, en la que según algunos miembros Sheridan confesó que había acudido al club y pidió disculpas por su error pero, contra la opinión de la mayoría, anunció que denunciaría al periódico porque estaba convencido de que no tenía pruebas. Un dirigente de la formación fue brevemente encarcelado por negar al tribunal de Edimburgo las facturas de aquella reunión. Luego, el padrino de boda del propio Sheridan grabó subrepticiamente una conversación con él -luego publicada por el 'News of the World'- en la que reconocía que acudió al club y que mantuvo posteriormente con una de las presentes allí, miembro del partido, una relación regular.
Acusaciones a compañeros
En el juicio de ahora, Sheridan, que como en la vez anterior despidió a sus abogados y se hizo cargo de su propia defensa, acusó a sus excamaradas que testificaron sobre la reunión de la ejecutiva de pertenencia a una facción del partido -Izquierda Unida- que habría conspirado con el 'News of the World' para desbancarle del liderazgo.
Su mujer, Gail, una antigua azafata con un gusto por la buena ropa y la apariencia atildada que llevó a un columnista de 'The Times' a calificarla como «más próxima al modisto Karl Langerfeld que a Karl Marx» y que comparte con Sheridan la afición por el bronceado en camas de rayos, estaba acusada también de mentir pero la Fiscalía retiró los cargos la pasada semana. El jurado no hizo caso al discurso final de cinco horas de Sheridan y consideró probado el perjurio. El magistrado le ha citado el 26 de enero para que escuche su sentencia y le pidió que acuda preparado para ir a la cárcel.