El bloque de la cocaína
La familia Mora Galindo cayó en otro operativo similar de la Guardia Civil en 2006; cuatro años después habían vuelto a las andadas Desmantelan en Barbate un edificio cuyos pisos servían de fumaderos, puntos de venta y almacén de la droga
CÁDIZ.Actualizado:El mismo día que comenzaban a salir en libertad presos por narcotráfico, en su modalidad de menudeo principalmente, la Guardia Civil daba a conocer una nueva operación antidroga en un punto clave de este negocio ilícito: Barbate. El objetivo de la nueva reforma del Código Penal es ajustar las penas a la proporcionalidad del delito, pero sigue sin resolverse el serio problema de reincidencia que presentan muchos narcotraficantes que operan en la provincia. La familia Mora Galindo es un buen ejemplo.
Este clan de Barbate fue apresado en noviembre de 2006 por la Guardia Civil en una investigación que atacaba directamente al tráfico de droga al por menor. Estos barbateños habían montado varios puntos de venta en pisos de la calle Carrero Blanco y Los Maestros, en la barriada Luis Nozal López, que fueron registrados y precintados. Cuatro años después se repite la historia. Algunos de los 120 agentes que participaron en la madrugada del martes en la redada para desbaratar de nuevo los negocios de esta familia, se vieron en la paradoja de detener a las mismas personas que habían caído solo cuatro años antes. Una prueba más de que la lucha contra la droga es una larga carrera de fondo.
Los Mora Galindo habían desplazado solo unas cuantas manzanas sus puntos de venta. Según informó ayer la Guardia Civil, se habían hecho con el control del bloque de viviendas nº 9 de la calle Cal y Canto, a tan solo unos cuantos metros del cuartel de la Benemérita. La mayoría de los pisos del bloque, salvo un par de ellos donde habitan vecinos ajenos al negocio, estaban a su servicio y organizados como si fuera un centro comercial.
En dos casas de la planta baja habían habilitado fumaderos para que los consumidores tomaran las dosis allí mismo; en la planta primera, otros dos pisos eran los 'comercios' donde se vendían los estupefacientes; y una vivienda de la última planta estaba destinada de almacén donde guardaban la droga que iban sacando en función de la demanda. Para la Guardia Civil, este edificio se había convertido en el gran centro neurálgico del trapicheo en Cádiz, adonde acudían consumidores de la provincia. En ellos hallaron partidas de cocaína, hachís, MDMA, heroína e instrumentos para su corte.
Los pisos están en un pésimo estado de conservación, pero los Mora Galindo no los utilizaban de residencia. Para vivir disponen de dos chalés de lujo. Una de estas casas se ubica en la zona del Cañillo de Barbate, en primera línea de playa. En esos inmuebles, la Guardia Civil requisó aparatos de alta tecnología y 9.000 euros en metálico que supuestamente proceden del narcotráfico.
En la madrugada del martes, los agentes rodearon el bloque y sus proximidades. En esas calles cercanas trabajaban, según los investigadores, los centinelas del clan; toxicómanos que les avisaban de la presencia policial. Mercenarios de la droga a cambio de la dosis diaria. Algunos de estos eslabones de la cadena también cayeron en un operativo que se ha saldado con 26 detenidos, 25 de los cuales fueron enviados a prisión. La jueza del nº 2 de Barbate solo dejó en libertad con cargos a una mujer de Huelva por estar embarazada.
En Barbate fueron arrestadas 18 personas, pero días antes habían caído otras piezas de la organización. Los investigadores siguieron la pista a los encargos de cocaína y heroína que hacía regularmente el clan. Estas pesquisas les llevaron hasta Madrid, centro nacional de distribución, donde registraron un piso. De la capital madrileña, la droga viajaba hasta Huelva y antes de recalar en Barbate, los 'correos' hacían parada en pueblos de Sevilla. En esta fase, los agentes arrestaron a ocho personas y requisaron 50 gramos de coca de gran pureza.