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los crímenes de la dictadura

El dictador Videla, condenado a cadena perpetua, irá a una cárcel común en Argentina

Se trata del primer veredicto que escucha el dictador en 25 años, desde el juicio a las Juntas Militares de 1985, lo que convierte al proceso en el más importante en el último cuarto de siglo

MARCELA VALENTE
BUENOS AIRESActualizado:

El dictador argentino Jorge Rafael Videla, de 85 años, ha sido sentenciado a prisión perpetua por un tribunal de la provincia de Córdoba tras un juicio de casi seis meses por tormentos y fusilamiento de 31 presos políticos en 1976, año del golpe de Estado. El ex presidente de facto deberá cumplir su pena en una cárcel común.

Junto a él han sido condenados el ex comandante del III Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez, de 83 años, y otros 15 ex uniformados, todos a perpetua por el mismo caso. En cambio, ha habido condenas a prisión –de entre seis y 14 años- para otros siete militares y policías, y siete absoluciones.

La lectura del fallo ha sido seguida con atención por numeroso público, tanto en la sala de audiencias como afuera del tribunal. Uno de los asistentes al acto ha sido el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, un activista religioso perseguido por la dictadura que recibió el galardón en plena dictadura, tras haber estado bajo arresto.

La sentencia a Videla, un hombre que fue símbolo de la dictadura militar argentina (1976-83) le ha llegado 25 años después de recibir la primera condena en un histórico juicio a los ex comandantes, impulsado por la recién recuperada democracia en 1985. Tras ese fallo, el ex hombre fuerte del Ejército pasó cinco años en una prisión militar con privilegios, y cinco años después fue indultado junto a sus pares por el presidente Carlos Menem (1989-99). Entonces vivió en libertad, pero sólo por ocho años.

"No fue una guerra sucia sino una guerra justa"

Desde 1998 debió enfrentar nuevos procesos por apropiación de menores durante el régimen –un delito que no había formado parte del indulto- y debió permanecer bajo arresto en su domicilio. En esa instancia las leyes de amnistía y el indulto fueron declarados inconstitucionales por la justicia y los procesos en su contra se reabrieron al igual que los de otros represores que fueron autores intelectuales o materiales del terrorismo de Estado.

En vísperas de recibir la sentencia, Videla justificó la sangrienta persecución que llevó a la desaparición a más de 11 mil personas. “No fue una guerra sucia sino una guerra justa en la que salvamos al país de ‘jóvenes idealistas’ que quisieron imponer una cultura ajena a nuestro tradicional estilo de vida, occidental y cristiano”, se defendió con firmeza en su alegato final.

Por su parte, Menéndez, que ya va por la quinta sentencia a perpetua desde 2008, también se jactó de los delitos cometidos. “Los argentinos sufrimos el asalto de subversivos marxistas que por orden y cuenta de la Unión Soviética y de Cuba se proponía someter a nuestro país”, subrayó. Según su argumentación, las personas que fueron víctimas de la dictadura pretendían que los argentinos “dejáramos de ser libres para pensar, expresarnos o poseer bienes (…) y todo sería manejado por un Estado totalitario”, dijo.

Con esta sentencia, ya son cerca de 150 los militares y policías represores condenados este año en juicios civiles desde que se anularon las leyes de perdón. Las organizaciones de derechos humanos han celebrado esta marca, que revela una aceleración de los procesos que habían comenzado en 2006 con solo dos condenados. De todos modos, las entidades señalan que son cerca de 1.600 los involucrados en delitos de lesa humanidad durante el período militar, y advierten de que ya hay más de 250 que murieron -30 este año-.